Fátima Florez reconoció que su fe se hizo mucho más profunda desde su experiencia vivia.

Según relató la propia Fátima en Intrusos, el año pasado, Norberto se sintió mal pero no le dio importancia. Ella se preocupó y fueron al Sanatorio Gûemes para que le practicaran estudios. Como le salieron bien, los mandaron de vuelta a su casa.

Pero antes de salir de la clínica, una mujer vestida de médica se les cruzó en el camino y les dijo que no se podían ir. "No sé de dónde salió, apareció", contó la actriz. "Nos paró y fue muy tajante: usted se queda acá, le dijo a mi marido", añadió. Entonces dieron la vuelta (guiados por esta mujer) y ahí volvieron a hacerles todos los estudios y se encontraron con todo lo contrario: "Le dio un preinfarto, lo operaron y le pusieron dos stents", dijo Fátima.

"Para mí, ella fue un ángel que nos mandó Dios. Después no la volvimos a ver nunca más".

Sin lugar a dudas, un hecho que impacta.