Lo cierto es que Mirta odia a su nuera, que tiene su edad, y la maltrata cuando ésta se va a vivir a su casa. El personaje de Gasalla la martiriza, la pone a trabajar de mucama y la insulta. Todo esto estaba ya en el guión original que Lapacó aceptó realizar.

Pero con el correr de las funciones, Gasalla empezó a agregar letra, como suele suceder en el teatro muchas veces, lo cual se denomina "morcilleo". Pero en los cambios y agregados, los adjetivos calificativos contra el personaje de Lapacó fueron aumentando y poniéndose cada vez más filosos y fuertes.

Amparado en su personaje, el capocómico castiga a la actriz, quien la pasa mal en escena. Si bien está claro que todo ocurre en el marco de una ficción, Gasalla "putea" al personaje de Lapacó, no a la actriz. Pero Lapacó lo sufre al punto de salir llorando de escena en muchas oportunidades, ya que no puede lograr separar ficción de realidad. Gasalla sabe de la incomodidad de la actriz pero se escuda en la necesidad escénica y los insultos son tremendos.

"Prostituta", hija de p...", y muchos otros son los insultos que Gasalla le dedica a la prestigiosa actriz quien no logra superar el mal momento. Claudia se va llorando del teatro y aunque aceptó la situación que estaba prevista en el libro original, luego los cambios agregados por el cómico, autor y director de la obra; hoy por hoy, ella no tolera los insultos en escena.