Desde que se separó de su ex mujer, en febrero último, Daniel la Tota Santillán vive un verdadero calvario.

Primero, el conocido presentador de la movida tropical tuvo que abandonar la casa que compartía con la mamá de sus dos chiquitas y pasó de vivir en familia a yirar por distintos hoteles de la ciudad de Buenos Aires y el interior del país, según el lugar en dónde se encontrara trabajando.

Ahora el locutor que se hizo famoso por su amistad con Rodrigo Bueno tampoco puede ver ni acercarse a sus hijas debido a una denuncia que su ex esposa, una joven bailarina 20 años menor que él, le hizo hace pocos días por "amenazas coercitivas".

En la causa que investiga al bailantero intervino el Juzgado de Instrucción 44, Secretaría 115. Y, a partir de eso se dio cumplimiento a un oficio judicial para notificar la prohibición de acercamiento de Ricardo Daniel Carías (el nombre real de la Tota), hacia su ex pareja, llamada Sol, y a sus dos hijas menores, Camila, de 5 años, y Mía, de 4. 

Si bien el animador y ex participante de Bailando por un sueño tiene dos hijos mayores (Daniela y Leandro) fruto de su primer matrimonio, el alejamiento de Camila y Mía es un golpe durísimo en su vida.