"Hay mujeres que no han intentado ser madres por el simple hecho de que la sociedad las tilda de viejas, el prejuicio de cómo vas a ser madre a esa edad, que ya se te pasó el cuarto de hora, se terminó tu reloj biológico y, tal vez, no tengan los trastornos que tengo yo. Siempre está bueno hablar de esto. Tengo entendido que la mujer está totalmente capacitada para ser madre hasta los setenta años, más allá de los óvulos. La que no tuvo la posibilidad de congelar los óvulos como lo hice yo, puede hacer algún tipo de donación u otro tratamiento porque no tienen enfermedades. Aplaudo a la ciencia que avanza y puede cumplirle el sueño a una mujer, que es el de nada más ni nada menos que dar vida, que es lo mejor que te puede pasar. Ser madre o ser padre es una aventura eterna, la prolongación de tu sangre, la familia, vamos por eso…”, dijo la actriz.

“La gente me pregunta dónde hice el tratamiento, dónde pueden hacer el suyo, los costos, qué significa la trombofilia, pregunta acerca de todos los miedos que pueda tener. Siento que lo mío es un mensaje de esperanza porque las mujeres me escriben desde ese lugar, desde ese lugar de que está bueno escucharme. Cada una me cuenta su caso. Obviamente, no puedo contestar, porque si no me volvería loca. Me parece que voy a tener que escribir un libro. Guardo todo lo que he vivido con mi hija contado en primera persona, lo atesoro en una especie de diario grabado y escrito. Cada vez son más las preguntas y la ansiedad de las mujeres pero siempre con mucho respeto, y me gustaría ayudar a todas ellas. Y mas allá de la repercusión en el público, fue muchísima también la repercusión en los medios. Por eso, insisto en que está bueno hablarlo, mas allá del resultado”, resaltó la artista.

“¿Si hay novedades sobre el resultado de tratamiento de fertilización? Te puedo decir que estamos cada vez más cerca, muy ilusionados pero también concientizados de todo lo que puede llegar a acontecer. Sin duda, estamos cada vez más cerquita de todo”, terminó.