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Un hombre que estaba paralizado hasta la cintura volvió a caminar gracias a una terapia pionera en la que se le trasplantaron células de su cavidad nasal dentro de la médula espinal. Es la primera persona en el mundo que se recupera de un desgarramiento total de los nervios de la columna vertebral, según un artículo publicado en la revista científica Cell Transplantation.
El búlgaro Darek Fidyka perdió el uso de sus piernas luego de haber sido agredido con un cuchillo en 2010. Ahora, cuatro años después, puede caminar con la ayuda de un andador, y hasta puede manejar un auto.
"Para mí, es aún más impresionante que los primeros pasos del ser humano en la Luna", afirmó el profesor Geoffrey Raisman, del Instituto de Neurología del University College de Londres (UCL).
La operación fue realizada por un equipo de científicos británicos y doctores polacos dirigido por el Dr. Pawel Tabakow, de la Universidad de Wroclaw. Los cirujanos utilizaron células nerviosas de la nariz del paciente a partir de las cuales se desarrollaron los tejidos seccionados. Recolocadas en la médula espinal, permitieron que los extremos de fibras nerviosas que están dañadas crezcan y se unan. Esta técnica, descubierta por la UCL, había dado buenos resultados en laboratorio, pero jamás había sido experimentada con éxito en el ser humano.
Los médicos emplearon unos 100 microinjertos de esas células olfativas envainadas, tanto por encima como por debajo de la herida en la espalda y utilizaron cuatro tiras finas de tejido nervioso, extraídas del tobillo del paciente, que colocaron sobre un espacio de 8 milímetros en el lado izquierdo de la médula espinal.
Antes del tratamiento, el hombre llevaba casi dos años sin haber mostrado ninguna señal de recuperación pese a haberse sometido a muchos meses de sesiones intensivas de fisioterapia.
Tras el trasplante de células, Fidyka realizó un programa de ejercicios de cinco horas diarias, cinco veces por semana, en el Centro de Rehabilitación Neuronal de Breslavia (Polonia) y los resultados se empezaron a sentir a los tres meses, cuando su muslo izquierdo comenzó a desarrollar músculo.
Seis meses después de la cirugía, Fidyka pudo dar sus primeros pasos ayudado de barras paralelas que le servían de soporte y de aparatos en las piernas y gracias al apoyo de un fisioterapeuta.
Dos años después, el hombre puede caminar ayudado de un andador y recuperó parte de las sensaciones en la vejiga y el intestino, así como la función sexual.