El hecho ocurrió en el poblado Wenseslao Silveira, en Cerro Lago, donde la familia López-Rodríguez vende la leche de sus vacas a 11 familias que viven en la localidad.

El sábado a la mañana, cuando ya tenían todo listo para vender el producto lácteo, aparecieron dos vasa muertas, presuntamente envenenadas por un potente veneno.

Por suerte los 15 litros de leche que ya estaban envasados en botellas para ser distribuidos nunca llegaron a su destino, informaron los medios uruguayos.

"No sabemos quién fue, pero un veterinario que realizó varios análisis me dijo que fue un potente veneno que tomaron lo que las mató, y por suerte no habíamos repartido aun la leche, porque habríamos matado a más de 50 personas con esa leche envenenada", relató el dueño de las vacas, Waldemar López López.