En Indonesia, un bebé orangután lucha por sobrevivir luego de pasar su corta vida, de 10 meses, encerrado en un gallinero y alimentado sólo con leche condensada. 

Un grupo de veterinarios del Reino Unido lo rescató y están cuidándolo para que recupere su salud. 

El animal se llama Budi y se encontraba en una casa en Borneo, Indonesia, donde una familia lo tenía como mascota.

"Budi fue mantenido en una jaula para pollos por su dueño y fue alimentado nada más que con leche condensada. Durante ese tiempo la dueña no le dio un solo bocado de alimento sólido por temor a que lo enfermara" informaron los rescatistas.

Budi era completamente incapaz de moverse o incluso sentarse por sí mismo, cuando a su edad debería ser lo suficientemente fuerte para subir y trepar a los árboles. En vez de eso, el animal era tan indefenso como un bebé recién nacido.

Los veterinarios tienen plena certeza que con una buena alimentación y rehabilitación correspondiente, Budi volverá a ser un orangután sano y libre.