Leighton dijo “Einstein ha estado sufriendo de mala salud en forma intermitente durante unos dos años. Verlo hundido en el fondo sin poder nadar era un espectáculo realmente triste. Me rompió el corazón el verlo tan indefenso. Se veía tan deprimido “.

Después de hacer un poco de investigación, el preocupado dueño pasó 3 horas construyendo la diminuta silla de ruedas / chaleco salvavidas para el pez. “Quería crear algo que permitiera a Einstein mover sus aletas un poco y estar cómodo al mismo tiempo.”

Al principio Einstein no estaba muy feliz. “Él ser retorció un poco la primera vez y no estaba muy interesado en la idea. No dejaba de chocar con las plantas y quedarse enredado en ellas, pero desde que he reorganizado el tanque adaptándolo para su discapacidad, ha estado absolutamente bien.”

Einstein no puede llegar hasta la superficie, así que Leighton ha innovado la técnica para darle de comer.

“La gente dice que estoy loco, pero cada animal es un miembro valioso de la familia y hago todo lo que puedo para ayudarlos.”

La acción de Leighton no solo le salvó la vida a Einstein, nos da una lección sobre lo importante que es ayudar a los animales sin importar lo pequeños que sean. Cada uno de ellos es importante para el equilibrio del planeta y somos la especie que más ayuda les puede ofrecer.