Marek Kruger, de 53 años, había dejado su iPhone cargando debajo de su almohada. La falta de ventilación alrededor de la batería del teléfono hizo que se sobrecalentara y terminara generando fuego.

Marek, que tenía dos hijos, tenía un tumor terminal en el cerebro, que ya le había atrofiado la mano derecha, por lo que necesitaba mantener su teléfono cerca de él y eso fue lo que le terminó costando la vida. Su iPhone 5, que estaba cargándose debajo de su almohada, se incendió y le causó quemaduras en el 64% de su cuerpo, incluyendo algunas de primer grado en el rostro y el pecho.

Su mujer, Iryna contó que su marido usaba su iPgone como una "línea de vida", que casi siempre lo tenía debajo de las sábanas o de la almohada mientras dormía. "Se sentía inseguro cuando las enfermedad no estaban cerca y yo estaba en el trabajo", explicó la mujer.

Sin embargo, Apple no se hará responsable de lo que sucedio ya que en las instrucciones del iPhone 5 se especifica que debe mantenerse el dispositivo a menos de 35 grados centígrados y no cubrirlo con nada mientras se está cargando.