Alexander Polli tenía 31 años, era italo-noruego y desde hace años era uno de los mejores de su especialidad y un apasionado de este deporte que consiste insertarse en un traje que tiene membranas en forma de alas. Le decían el hombre-pájaro y sus actuaciones eran el emblema del deporte extremo en el mundo.

Según el diario francés Le Parisien, el joven se golpeó la cabeza tras impactar contra un árbol. Las 5 personas que lo acompañaban no pudieron hacer nada por él y perdió la vida minutos después.

Entre sus logros, se destaca un salto que tuvo lugar en 2013, cuando cruzó a 250 kilómetros por hora la Roca Foradada de Montserrat en Cataluña. En esa oportunidad se tiró por una cavidad de la roca que tenía diez metros de alto y tan solo uno y medio de ancho.