Esta señora estadounidense, pese a no haber realizado actividad física durante más de la mitad de su vida, decidió convertirse en fisicoculturista. Y lo logró. El resultado es sorprendente. Hoy, a los 80, sigue entrenándose como una joven. 

Su nombre es Ernestine Shepherd. Hace seis años se dio el lujo de escribir una página del libro de los Records Guinness, donde la reconocieron como la mujer culturista más veterana del planeta. Por entonces, tenía unos jóvenes 74. Sin embargo, no se durmió en los laureles y en la actualidad continúa dedicándose al entrenamiento de alto rendimiento y al running. 

Según reveló, su rutina es muy estricta: todos los días se levanta a las cinco de la madrugada para correr 18 kilómetros antes de llegar al gimnasio, en el que se entrena cinco días a la semana. Una voluntad envidiable.

Ernestine trabajó durante la mayor parte de su vida como secretaria en una escuela, en Baltimore, y llevó una vida sedentaria. Pero todo cambió cuando, con 56 años, empezó a ir a un gimnasio porque se sentía en mala forma. Entonces... Descubrió que el ejercicio y la disciplina no sólo le ayudaban a esculpir su figura, sino que la hacían sentir más sana y más joven. 

Ella no concibe su vida lejos del deporte. Actualmente, trabaja como entrenadora en un gimnasio y participa de maratones.