En paralelo, la ministra británica del Interior, Amber Rudd, instó a WhatsApp y otros servicios de mensajería encriptados a hacer sus plataformas accesibles para los servicios de inteligencia, dado que antes del ataque Massood envió un mensaje por WhatsApp a un desconocido cuyo contenido aún es una incógnita.

Rudd consideró "totalmente inaceptable" que las comunicaciones entre sospechosos de actos terroristas sean inaccesibles para los servicios de inteligencia por estar cifrados. "Debemos asegurarnos que organizaciones como WhatsApp no provean un lugar secreto en el que los terroristas puedan comunicarse", dijo en diálogo con la BBC y Sky News.

En ese contexto, mientras que un vocero aseguró que la compañía -que pertenece a Facebook- está "horrorizada con el ataque" y que está cooperando con la investigación, según señala la BBC, la policía dijo que le ordenará a sus agentes de seguridad informática que accedan al mensaje, indica The Telegraph.

Los investigadores creen que el autor de la masacre es "un agresor solitario", dijo la ministra británica del Interior, aunque advirtió que es imposible "estar completamente seguros".

Por su parte, el grupo extremista Estado Islámico se atribuyó el atentado de "un soldado", al que no hace referencia por su nombre, pero dejó entrever que no necesariamente envió una orden directa.