Internacionales
18 de Abril, 2014
Buzos logran entrar por primera vez en el buque surcoreano
07:00 | El equipo de rescate logró ingresar a la embarcación tras más de 48 horas de intentos desesperados. Los muertos ascendieron a 26 y todavía hay 270 desaparecidos

Buzos del equipo de rescate del ferry surcoreano Sewol, hundido con 270 desaparecidos, lograron entrar en el barco en busca de más supervivientes, por primera vez desde el naufragio hace más de 48 horas.

Cuatro de los especialistas hicieron un hueco en el casco y lograron entrar en la cafetería del barco a las 10:05 hora local (1:05 GMT), donde han tendido una cuerda de guía para explorar el interior de la nave, informó la Guardia Costera surcoreana.

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Los buzos buscan a los 270 pasajeros, la mayoría estudiantes de bachillerato, que han quedado atrapados en la nave tras el hundimiento sucedido la mañana del miércoles.

Además, los operarios han comenzado a inyectar oxígeno en la nave con el doble objetivo de evitar que se hunda del todo y proporcionar aire a posibles supervivientes que pudieran hallarse atrapados dentro.

Tras dos días de progresos prácticamente nulos en los trabajos de rescate, se espera que este viernes puedan producirse importantes avances, ya que también han llegado hasta tres grúas marinas y varios robots al punto del siniestro, para ayudar a buscar a los desaparecidos.

De momento los datos oficiales contabilizan 179 rescatados con vida, 26 muertos y 270 desaparecidos, la mayoría jóvenes estudiantes de 16 y 17 años, que se presume están dentro del barco.

Algunos expertos han mantenido las esperanzas de encontrar supervivientes, al asegurar que, en caso de que se hubieran formado bolsas de aire dentro del transbordador, las personas atrapadas podrían sobrevivir hasta 72 horas.

Las condiciones del rescate son muy adversas en estos momentos, con fuertes vientos y olas, así como corrientes submarinas en unas aguas turbias que impiden casi completamente la visibilidad, lo que dificulta extremadamente los trabajos de los buzos y otros operarios.

Estas circunstancias, unidas al tiempo transcurrido, hacen temer que la cifra de fallecidos sea muy elevada y reducen las posibilidades de encontrar supervivientes.

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