Locales
8 de Febrero, 2016
Carnaval de Tandil violento: Un Municipio que no previene ni controla
08:48 | (Por Florencia Montaruli). Otra vez el Carnaval de mi Tandil se empaña por la violencia. Otra vez, la falta de controles hace que lo que debería ser una fiesta, termine siendo una noticia de la sección Policiales de los medios. 

En 2014, una serie de disturbios y enfrentamientos entre "bandas" de distintos barrios que incluyó balas de goma por parte de la policía, terminaba poniendo al Carnaval en la tapa de todos los medios y no precisamente por los festejos, la música y el color de los trajes de las comparsas. 

Hoy, otra vez, el Carnaval de mi Tandil se convierte en un triste episodio donde una joven de 18 años camina, sin problemas, con un cuchillo entre sus pertenencias, y como si nada, hiere de una puñalada en el abdomen a su hermanastra de 15 años, que hoy está internada en el Hospital Santamarina. 

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Desde el Municipio, organizador del Carnaval y responsable número 1, hay silencio. Como siempre. Como hace dos años cuando tardó varios días en salir a hablar de aquel incidente que dejó 10 detenidos y una noche de furia. 

Entre los pasillos del Palacio Municipal, hablan de suspender el Carnaval. Al menos así se lo pediría hoy José Denisio, subsecretario de Protección Ciudadana, al Intendente Lunghi, a quien no le gusta suspender nada, aunque haya motivos de sobra para hacerlo. 

El Carnaval de mi Tandil no es un evento seguro. Dos graves incidentes en tres años lo dejan a la vista. No hay controles si una adolescente puede acuchilar en plena calle a otra, a metros del palco oficial. No hay controles si los vecinos se cansan de contar a los medios los desmanes que provocan los molestos de siempre y los que van alcoholizados. 

Mientras el Municipio pone un billete sobre otro para pagar trajes, instrumentos musicales, transporte y demás necesidades de las murgas y comparsas, la seguridad y los controles hacen agua en una fiesta que debería ser segura y tranquila para las familias. 

Una vez más, Lunghi va detrás del problema, en vez de evitarlo. Una subsecretaría de Protección, que de prevención y protección pareciera tener sólo el nombre. 

Este lunes, con una adolescente apuñalada en la tapa de los diarios, Lunghi se sentará a ver si se suspende el Carnaval. Un Municipio que no previene ni controla. Que no controla motos que corren picadas, que no controla eventos donde ya hubo antecedentes de violencia. Que no controla comercios que no tienen habilitación y siguen funcionando en las narices de todos. Que aplica "Tasas de Seguridad" a los vecinos, por una seguridad que parece garantizar cada vez menos.  

Quizás sea momento de que el Intendente y su equipo comiencen a preguntarse si hay cosas que no se le están yendo de las manos. Si no será necesario comenzar a organizar las cosas de otra manera. Si no será necesario empezar, no sólo a poner control y prevención en los nombres de las direcciones y secretarías, sino también en el quehacer diario. 

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