Mientras Magalí se recupera lentamente en el Hospital Materno Infantil de la ciudad de Mar del Plata, su mamá, Marcela, quiso denunciar una vez más que su hija sufrió un abuso, y fue más lejos aún: denunció que su hija fue abusada por una patota. 

Según su mamá, Magalí tiene hasta una oreja quemada por las personas que abusaron de ella. 

"Mi hija pasaba los fines de semana con sus primas y quiso ir a bailar", detalla a los medios nacionales (no habla con medios locales, de Tandil) sobre cómo fue que ella no supo que Magalí estaba en una fiesta con mayores de edad.

"Quieren tapar todo porque hay poderosos atrás de esto. Una patota la agarró. Todos los fines de semana hacen fiestas en esa zona. En Facebook las anuncian. No era un cumpleaños con 20 invitados, como dicen", asegura Marcela y carga contra los medios de Tandil a los que acusa de "tapar todo y proteger poderosos". 

"Alquilan las casas para hacer eventos y la Municipalidad lo sabe, pero no controlan nada. Todos los sábados van a mostrarse con sus autos y se juntan un montón de personas, alguien tuvo que ver algo", sigue denunciando la mujer. 

Los médicos del hospital Materno Infantil de Mar del Plata no hablan con los medios y la madre de la niña desmiente que Magalí haya hablado sobre lo que padeció.

"Se dijo que despertó y gritó cosas, nada que ver. No sé de donde sacan información del hospital. Mi hija a veces delira, pero no dice nada claro. Nos desconoce, no sabe quiénes somos y está muy golpeada. Todo lo que digan es mentira", afirma.

La mamá de Magalí sostiene que 'desaparecieron' pruebas, como la ropa de la nena, que aseguró ver en la Comisaría de la Mujer pero ahora no saben dónde está.

En tanto, el fiscal Gustavo Morey, que instruye la causa orienta su investigación hace el estupro, es decir, hacia la idea de que Magalí mantuvo relaciones consentidas con una persona mayor de edad. Para ello, se basa en la declaración de testigos.