La información fue confirmada por el Padre Marcos, quien explicó que los obreros trabajaban sobre la vereda de calle Fuerte Independencia, cuando rompieron sin querer un caño de gas. Camuzzi decidió cortar el servicio en toda la Parroquia y en la Casa Parroquial, y retiró el medidor. 

El problema es que, tras la rotura, se descubrieron algunas fallas en las normativas de seguridad, por lo que Camuzzi no reconectará el servicio hasta tanto se haga una readecuación de las instalaciones y los planos de la Iglesia y la casa lindante. 

“La casa es del año 83, pero han cambiado las normativas actuales vinculadas al tema de ventilación y rejillas", explicó Marcos, lo que impide reconectar el gas hasta tanto se realicen las modificaciones edilicias necesarias. 

Todas esas remodelaciones implican un costo que, según el Padre Marcos, la Iglesia no puede afrontar. 

La falta de gas no sólo afecta a la Parroquia, sino a las actividades de catequesis, grupos y atención al público en la Casa Parroquial. Además, de las actividades diarias como la cocina, la ducha y el uso de agua caliente.

Como el presupuesto es muy elevado, por el momento no se harán las obras que garanticen la reinstalación del servicio de gas.

Quizás, la monumental cifra de dinero que el gobierno de Cristina Kirchner destinó a remodelar la Parroquia en su fachada y detalles arquitectónicos, con aquellos carteles colgados en la Iglesia que rezaban "Aquí la Nación crece", podría haberse utilizado para garantizar las condiciones mínimas de seguridad actuales tanto en la Parroquia como en la Casa Parroquial y hoy la Iglesia no atravesaría este problema.