Locales
26 de Agosto, 2016
Lunghi polémico: intentaron robar a un poderoso empresario y el Municipio acudió de inmediato para "acompañarlo"
14:30 | Parece que los hechos de inseguridad que ponen en jaque a los tandilenses todos los días, al Municipio sólo le interesan si se trata de víctimas cuyo "status" social está por encima del común de la población. 

Este viernes, alrededor de las 7:00 de la mañana, dos empleadas domésticas que ingresaban a la casa que el empresario Juan Carlos Bertolín posee en Rondeau al 500, fueron sorprendidas por ocho delincuentes que las amenazaron exigiéndoles ingresar a la casa para robar. 

Según la declaración de una de las empleadas, ambos delincuentes estaban armados. Los malvivientes las golpearon pero una alcanzó a accionar un botón antipánico que dio alerta a la empresa de servicio de alarmas y a la policía, que llegó a los pocos minutos. 

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Esto obligó a los delincuentes a escapar, y sólo alcanzaron a sustraer un manojo de llaves de la casa. 

Hasta aquí, un violento hecho más de inseguridad de los que ocurren a diario en la ciudad, donde poco se hace por proteger a los vecinos. 

Sin embargo, un detalle llamó la atención: a los pocos minutos del intento de robo, estaba en el domicilio del dueño de Supermercados Monarca, el subsecretario de Protección Ciudadana, José Denisio, quien acudió para "brindar contención y apoyo" al empresario, que estaba en la casa al momento del hecho. El funcionario llegó en nombre del Intendente y se puso a disposición de la familia Bertolín. 

¿Hay que tener algún "status" social para que los funcionarios municipales visiten a las víctimas de robos?. Porque todos los días se suceden decenas de delitos y nunca, ningún funcionario, se acerca a ponerse a disposición de las personas que sufren el robo, en iguales o peores condiciones que el señor Bertolín. 

¿Hay que conocer al Intendente, ser empresario, o tener un nombre reconocido en Tandil para que el delito cuente como dato importante para el Municipio?. Porque pareciera que los hechos que se suceden a diario, que casi nunca (por no decir nunca) son informados ni reconocidos por la policía, quedan en el anonimato y el olvido si no fuera por las denuncias que recibimos los medios, de los propios damnificados, que sienten inseguridad, miedo y desprotección. 

Parece que en Tandil, para el Intendente y sus funcionarios, hay ciudadanos de "primera" y de "segunda" cuando de protección se trata. 

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