Una fuente se acercó a Tandil Diario para entregar material sobre el deplorable estado del Hospital Santamarina.

El material es contundente y habla por sí solo. La situación vinculada al mantenimiento y la limpieza deja mucho que desear en la administración del contador Darío Pretti, y lo peor es que los gastos en materia de limpieza superan ampliamente al mínimo necesario para el funcionamiento correcto del área. Es decir: se gasta muchísimo dinero en limpieza y mantenimiento, pero no hay ni limpieza ni mantenimiento.

Hay tanto material incluido en la denuncia, que optamos por dividirlo en distintas notas periodísticas.

A partir de la nota publicada este lunes 17 de octubre, donde se daba cuenta de la falta de limpieza en el Hospital Santamarina, hecho confirmado por el propio director administrativo, Darío Pretti y que justificaba en el ausentismo de las mucamas, ahora se suman graves denuncias.

Nuestra fuente confió que el Hospital cuenta con un total de 126 camas, de las cuales 7 están en la guardia, 8 en la Terapia Intensiva y 111 en las salas. Además, cuenta con 11 cunas en Neonatología.

"El Hospital en este momento tiene un faltante de sábanas, colchones, cubrecamas. Para que entiendan la situación, solamente cuenta con 50 juegos de sábanas en uso". 50 juegos para 126 camas.

"La cantidad necesaria para un correcto funcionamiento sería de tres juegos por camas, lo que hace necesario un total de 360 juegos aproximadamente", nos explica nuestra fuente.

"El poco stock ocasiona que las sabanas sean lavadas a base de cloro, para poder quitar rápidamente las manchas y estar disponibles en un corto período de tiempo, por consiguiente se produce un quemado de las telas", explica tal como se ve en las imágenes.

Para mayor detalle y credibilidad de la información, esta fuente revela: El Hospital, en el mes de abril, compró un rollo de tela para confeccionar sábanas, y además recibió dos rollos en donación. Además recibió 77 sabanas donadas por las Rosadas Voluntarias. Solamente se entregaron 24 sábanas quedando 53 guardadas sin acceso que son entregadas solamente con autorización del Director Darío Pretti. Además, se compraron 10 colchones después de dos años de no hacerlo", agrega esta persona cuyo nombre queda a reserva por cuestiones obvias. 

Otro dato curioso tiene que ver con un gasto llamativo: Mientras no hay presupuesto para contratar más mucamas, el Municipio tiene un presupuesto de casi 1 millón de pesos (942.998 pesos exactos) para gastar en toallas de papel y jabón líquido para manos. Este número da un gasto semanal de más de 13 mil pesos en toallas de papel.

Este medio también pudo conocer que, mientras hay un reclamo por mayor cantidad de mucamas para la limpieza del nosocomio central, en el Hospital de Niños se gastan casi 450 mil pesos al año para contratar un servicio de limpieza privado, que según algunos empleados, sólo se dedican a limpiar el sector administrativo del Hospital.

Capítulo aparte merece el tratamiento de los residuos, y su acumulación en sectores de acceso público del Hospital Santamarina, lo que constituye un serio peligro.

Según la misma denuncia, un vehículo con patente vieja, sin seguro ni verificación es el encargado de llevar basura y ropa de cama sucia, pero también de traer la ropa de cama limpia. De ser así, no se estaría respetando ninguna norma de seguridad e higiene ni de gestión de los residuos hospitalarios. Cabe remarcar que los residuos patológicos no son cremados en el Hospital, sino que se terciariza el servicio.

Ropa de cama limpia:

Ropa de cama sucia:

Las otras imágenes, también muestran como se colocan residuos, que salen desde las salas de internación, en los mismos ascensores que utiliza la gente que recorre el hospital habitualmente.

Cajas de sueros, junto a bolsas con ropa de cama para lavar:

La polémica por la falta de mucamas en el Hospital despertó lo que pareciera ser una situación de abandono total en el hospital público más grande de Tandil, pese a que demanda un gasto diario altamente elevado.

La persona que acercó el material a Tandil Diario asegura que también lo hizo a concejales de la oposición, y que no quisieron hacerse eco de la gravedad de las imágenes.

Las imágenes sobran a la hora de explicar qué es lo que sucede. Un hospital, donde el esfuerzo humano y profesional de sus empleados pareciera ser lo único positivo. Cuesta creer, que en ese mismo hospital se gasten, anualmente, casi 300 millones de pesos.