La separación de un niño de la mujer que le dio la vida podría traer graves consecuencias a su posterior desarrollo.

Según lo indica la revista Nature Communications, este suceso genera alteraciones intenstinales en el bebé que luego pueden derivar en problemas psicológicos que se extienden hasta que el niño se transforma en adulto.

Cabe recordar que las situaciones traumáticas en la infancia suelen ser el origen de posteriores traumas en la personas, aunque los mecanismos a través de los cuales se producen son variados, de acuerdo con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

De acuerdo con RTVE, la prueba para determinar las consecuencias de una separación temprana se realizó en una serie de roedores.

¿Lo que se descubrió? El estrés prolongado que genera la separación de la madre en los animales origina una disfunción en el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal. Este es uno de los sistemas más importantes de control neuroendocrino.

“Esto, a su vez, ocasiona alteraciones en diversas funciones fisiológicas afectando, entre otros, al sistema nervioso central y a las emociones”, puntualiza puntualizó Yolanda Sanz, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del CSIC.

Estas modificaciones pueden tener efectos en la persona a muy largo plazo.

De hecho, pueden generar problemas tales como la ansiedad e, inclusive, algunas enfermedades psiquiátricas que pueden llegar hasta la depresión.