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1. El hambre no puede esperar: Las embarazadas comen por dos y no esperarán a que alguien cocine cuando tienen hambre. Por eso es importante tener provisiones en el hogar. Eso sí, siempre comida nutritiva y saludable, pero también un puñadito de sus antojos.
2. Se debe evitar hacer comentarios sobre su aumento de peso: Las mujeres suelen estar más sensibles durante el embarazo, por eso, lo que antes sonaba tierno y cariñoso, ahora puede caer mal. El hombre nunca debe decirle a una embarazada lo gorda que está, pues no es gordura, es la naturaleza siguiendo su curso y eso es hermoso.
3. Las hormonas hacen estragos en su sentido del humor: Los cambios hormonales propios del embarazo repercuten en el sentido del humor de la mujer. El hombre debe pensar dos veces eso de ser gracioso a cada rato, ya que lo único que logrará es empeorar su malestar involuntario.
4. El futuro papá también puede subir de peso: La ansiedad y el compartir antojos también tendrán consecuencias en la figura del futuro papá. Y claro, siempre buscarán una buena excusa para saborear cada antojo que su esposa tenga durante esta etapa.
5. Una mujer embarazada defenderá su comida: En cuestiones de comida, lo que es de él, automáticamente será para ella, pero lo de ella, también es de ella y punto. Es decir, el hombre debe entender que la prioridad es que ella se alimente, no él.
6. El cerebro en el embarazo se vuelve olvidadizo: Algunas mujeres se vuelven despistadas durante el embarazo, ya que les cuesta más trabajo concentrarse. Sucede durante el primer trimestre y puede ir aumentando su intensidad.
7. Está embarazada pero no es de cristal: Los cambios hormonales pueden hacer que la mujer se enoje porque la tratan con delicadeza durante el embarazo, o porque no lo hacen. Por eso es importante darle espacio y que se sienta útil de hacer algunas cosas sencillas.
8. La embarazada no tolerará las quejas de los demás: Es importante que el hombre intente no quejarse delante de ella. No hay espacio para las quejas de él porque es ella quien está esperando un bebé y es ella la que tendrá que aguantar los dolores de parto.
9. Las embarazadas pueden ser "perezosas": El hombre debe entender que en algún momento él debe hacerlo todo. La mujer se negará a hacer las tareas domésticas o salir a mercar por la sencilla razón de que ella lleva un bebé adentro; y si la futura madre trabaja, ¡con más razón! El esposo debe ser su cómplice del descanso merecido.