La banda era muy profesional. Tenía el dato preciso del horario que llegaban las sacas con dinero y de cuántos hombres de seguridad y empleados había en el lugar. Usaron máscaras, pelucas y anteojos para ocultar sus rostros y no ser identificados por las cámaras. En menos de tres minutos escaparon con más de 500.000 pesos sin disparar un solo tiro.

El episodio ocurrió ayer a la mañana en la sucursal del banco Credicoop ubicada en avenida Mitre al 1300, en pleno centro de Avellaneda, al sur del Conurbano.

Fuentes policiales contaron a Clarín que los asaltantes eran cuatro y aseguran que hubo un entregador que les dio información precisa de los movimientos del banco. Hasta anoche no había ningún detenido.

"Los ladrones llegaron a la sucursal bancaria luego de haberse retirado el personal de Prosegur (empresa de transporte de caudales) quienes habían llevado al banco dos sacas con dinero", resaltó el comisario Claudio Blanco, jefe de la Departamental Zona Sur de la Bonaerense. Según trascendió, cada una de esas sacas tenía medio millón de pesos.

Fuentes de la investigación contaron que el camión de caudales dejó el dinero cerca de las 11. Apenas se fueron los empleados de la empresa de caudales, entraron al banco tres ladrones armados. De acuerdo a las imágenes que quedaron registradas en el banco, uno de los asaltantes tenía puesto una peluca, otro una capucha y el tercero una máscara de goma. Todos llevaban anteojos y a ninguno se le veía el rostro. En ese momento en el banco había siete personas: cinco empleados, un hombre de seguridad y un policía bonaerense que custodiaba desde la garita.

"Tomaron a una empleada de rehén y la pusieron frente a la garita para que el policía no reaccione. Al resto los hicieron tirar al piso", explicó un investigador.

Ya con la situación dominada, uno de los hombres saltó la línea de caja y empezó a guardar la plata. "Personal jerárquico del banco estaba acomodando el dinero que había traído el camión de caudales. Fueron sorprendidos por los ladrones, que se llevaron una de las sacas", explicó Blanco. La otra ya había sido guardada.

Después de agarrar la plata, los asaltantes salieron de la sucursal, corrieron unos 50 metros y subieron a un Volkswagen Vento color negro donde los esperaba un cómplice que estaba de campana. El golpe duró dos minutos y medio. Unas cuadras más adelante la banda robó otro auto y siguió con la huida. "Fue un golpe certero. Los asaltantes habían hecho inteligencia previa y tenían experiencia en golpes de ésta modalidad. A pesar de que usaron armas, no ejercieron violencia con la gente", contó el jefe departamental.

Voceros del banco Credicoop contaron a Clarín que no podían confirmar el monto exacto del robo porque todavía no se había realizado el arqueo. Por su parte, fuentes policiales confirmaron que los asaltantes escaparon con poco más de 500.000 pesos.