El gobernador de la Provincia de Buenos Aires viajó, hace algunos días, a la ciudad de Miami acompañado por su esposa Karina Rabolini e invitado por el ex presidente Bill Clinton para participar de una conferencia en la Fundación Clinton. 

Un video que se dio a conocer en las redes sociales muestra al gobernador Daniel Scioli, arribando a Miami, en un avión privado junto a su mujer Karina Rabolini y Lautaro Mauro, amigo de Scioli. 

Scioli arribó a la ciudad norteamericana el 11 de diciembre y alguien, que seguramente sabía más de lo que sólo trascendió, registró la llegada del Gobernador y subió las imágenes a YouTube. 

El hoy gobernador y futuro candidato a presidente por el kirchnerismo desciende de la nave con matrícula LV-CNW y sale por una puerta trasera del aeropuerto, reservada para personalidades que no quieren exponerse en la entrada principal del enorme aeropuerto de Miami. 

Minutos después, Rabolini aparece en escena saliendo del free shop (paso obligado para toda mujer) con un vestido en la mano. 

Ahora bien, hay varios puntos claves que se desprenden en este video: primero, que las imágenes están registradas por una cámara visible, no es un celular ni una cámara oculta. Lo curioso, es en un sector privado del aeropuerto sin acceso al público y menos, a las cámaras. Conocida la seguridad de ese aeropuerto, llama la atención.  

El segundo punto tiene que ver con el avión. Se trata de un Raytheon Hawker 4000 Horizon matricula LV CNW. Es un avión perteneciente a la empresa Servicios y Emprendimientos Aeronáuticos SA, la flota preferida de los Kirchner. La hora de alquiler del avión ronda los 4 mil dólares. Un vuelo a Miami, en un avión de línea, lleva entre 8 a 10 horas. Un poco más en un avión chico. Resultado: aproximadamente 40 mil dólares cada viaje. Costo total: aproximadamente 80 mil dólares la ida y vuelta a Miami. ¿Quién pagó ese costo?. 

Más impactante aún es saber quien es el propietario de la empresa que tiene el avión de alquiler: Gustavo Carmona, un empresario aeronáutico investigado en el marco de la causa por dádivas del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, un emblema de la corrupción K.