Por Marcelo Peralta

Bronca e indignación es el sentimiento unánime de los vecinos de Villa Fiorito, en el partido de Lomas de Zamora por los robos, la mugre que hay en cada esquina y los actos de vandalismo que ya son moneda corriente. En este caso, el blanco fue una escuela ubicada a metros del potrero donde Maradona metió sus primeros pelotazos, aunque la gente lo toma como un hecho más, como si todos se hubiesen acostumbrado ya a la maldita inseguridad.

En la escuela Nº 98 de Villa Fiorito, ubicada en Larrazábal y Reano funciona un colegio primario y otro secundario que nuclea a más de 600 alumnos. Allí, el ultimo viernes y tras un corte de luz que afectó la zona (anulando la alarma), ingresaron malvivientes que rompieron todo a su paso, sustrayendo hasta las cacerolas de la cocina.

“Crónica” visitó las instalaciones del instituto educativo y dialogó con Adriana Fernández, la directora del secundario, que comentó: “Desmantelaron todo. Todo lo tecnológico fue robado. Saquearon la cooperadora, se robaron llaves, además destruyeron puertas y ventanas”.

A pesar que no fue la primera vez, ya que el 28 de noviembre de 2014 también ingresaron a robar (sólo al secundario), en esta ocasión hubo una cuota de maldad impensada y se extendió a la primaria. Sobre esto la directora del ciclo inicial, Potenza denunció: “Han destrozado archivos de hace 15 años. Legajos de alumnos y docentes”. En este orden, la primaria no sólo sufrió el robo de documentos, sino también la destrucción de puertas y lockers. “Además, sustrajeron todos los elementos de la cocina que teníamos guardados bajo llave”. Al mismo tiempo, y de un espacio aledaño se llevaron hasta los parlantes “que usamos en los actos”, contó Potenza. Respecto de los daños, la conductora del nivel medio aclaró: “Esta vez vinieron con la decisión de destruir, rompieron las puertas de los baños y se llevaron hasta los elementos de limpieza”. Luego del episodio de noviembre, las autoridades decidieron cerrar la salida de emergencia, con todo lo que esto implica, ya que fue por ese lugar por donde ingresaron los bandidos. Inclusive, arrancaron las estufas de las paredes y lo mismo hicieron con los materiales de educación física. “Evidentemente trabajaron con tiempo, no sabemos si fue en una sola noche o durante el fin de semana” se lametó la directiva. En los últimos días la escuela no funcionó, no sólo porque había que llevar a cabo tareas de reconstrucción, sino también porque al robarse las estufas hubo pérdidas de gas.

Escuchar el relato de las autoridades de la escuela, hiela la sangre. Por ejemplo, la directora Fernández comentó respecto del basural que está a metros de la entrada del colegio y en el cual se puede ver un caballo en descomposición que “tratamos de mantener la limpieza, pero es algo diario. Limpian y ensucian”. Esta problemática sumada a la quema de coches y cables robados “que desarman e incendian, y aparecen tres autos por día”. Lo insólito del caso es que “nosotros tenemos que suspender el recreo en el patio por el humo tóxico que viene”. Pero en el peor de los casos “tenemos que meternos corriendo por los balazos”.

Fuente: http://www.cronica.com.ar/