Mientras la Secretaría de Inteligencia se sacude entre purgas e incorporaciones, el jefe del Ejército, César Milani, suma cada vez más recursos para hacer espionaje. El Ministerio de Defensa reconoció que en las Fuerzas Armadas operan actualmente 1.403 agentes de inteligencia, algunos de los cuales ingresaron durante la última dictadura militar.

La información surge de la respuesta del Ministerio de Defensa a un pedido de informes presentado por la bancada de diputados del Frente de Izquierda.

El diputado Nicolás del Caño y otros dirigentes partidarios accedieron a la información en la sede de la Jefatura de Gabinete. Pudieron observar los datos pero les fue prohibido fotocopiarlos o retirarlos.

Al aumento del presupuesto que recibió para este año –más de 30%–, Milani “tiene bajo su mando a más de mil agentes de inteligencia”, denunció la dirigente del Frente de Izquierda Myriam Bregman, una de los participantes del encuentro.

Llamativamente, varios militares fueron al Reino Unido a formarse en ciberdefensa. Eso ocurrió el año pasado y generó polémica en el Ministerio, ya que la Argentina mantiene con los británicos un reclamo histórico por la soberanía de las Islas Malvinas. A su vez, esta semana el gobierno inglés anuncio que reforzaba su presencia militar en las islas para enfrentar “cualquier posible amenaza futura”.

Milani está en la mira de los organismos de derechos humanos y de la oposición por causas que lo vinculan, aunque sin un procesamiento, con delitos de lesa humanidad. Una de ellas es por la desaparición del soldado Alberto Ledo, de 20 años, ocurrida en junio de 1976.

El teniente general firmó entonces un acta que para el fiscal Carlos Brito es apócrifa, en la que declaraba a Ledo como desertor. Por esa desaparición, Brito pidió la indagatoria de Milani. Pero el juez Daniel Bejas rechazó la solicitud.

Por otra parte, hay cuatro testigos que ya declararon ante la Justicia que vieron a Milani participar de la represión ilegal en La Rioja. Por ahora, el Gobierno lo defiende. “No vi nada en su pliego que me indicara que no tenía que votarlo”, dijo en varias oportunidades el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Aunque deslizó la posibilidad de que, ante un procesamiento, el jefe del Ejército podría ser destituido. Destino que sí tuvo el almirante Jorge Godoy, condenado por hacer espionaje interno.

Es precisamente ésa la preocupación de la oposición. Que los más de 500 millones que Milani tiene destinados a inteligencia sean usados para “perseguir” a dirigentes opositores y que tenga bajo su mando una virtual secretaría de inteligencia paralela.

“El Ejército Argentino tiene hoy 1.403 agentes de inteligencia. Es evidente que cuando no hay ninguna hipótesis de conflicto externo, la orientación de esos agentes no es otra que hacer espionaje interno”, declaró Bregman.

Milani tiene estrecha relación con la presidenta Cristina Kirchner, surgida por la desconfianza a la ex SIDE.

Fuente Perfil