El mercado financiero está complicado. Más allá de que algunos números parecen sonreír, el fondo es preocupante.

Por caso, el dólar libre perdió tres centavos y cerró a 12,58 pesos. Cualquier visión superficial concluiría que hay confianza en la economía y por eso la divisa cede. Pero la realidad es hubo que vender 70 millones de dólar-ahorro en la ventanilla de los bancos. Una cifra cercana al récord.

En dos días hábiles pasaron 118 millones de dólares a 10,68 pesos a los ahorristas con autorización de la AFIP. En otras palabras en un par de ruedas de mayo se vendió la cuarta parte de dólares que se vendió en abril.

En el Forex-MAE, la principal plaza mayorista de cambios, faltaron los exportadores y la mesa de dinero del Banco Central debió abastecer a los importadores con 50 millones de dólares.

Si bien ganó 18 millones de dólares por la suba del euro y del oro, la entidad tuvo que cancelar importaciones de energía por 65 millones, venderle 28 millones a los armadores de Tierra del Fuero y pagar deuda con el Banco Mundial por 40 millones.

A pesar de todas estas salidas de divisas, las reservas retrocedieron apenas 7 millones a 33.898 millones de dólares.

La volatilidad también llegó a la bolsa. Mientras las acciones de las petroleras se beneficiaron por la suba del crudo de 2,5 por ciento a 60,40 dólares por barril en el mercado de Nueva York, los bancos enfrentan un horizonte de dificultades por la caída de la rentabilidad que se va a agravar cuando se defina el aumento salarial en las paritarias.

La huelga convocada por los bancarios para el próximo lunes, hizo que los inversores vendieran los papeles de las entidades.

Si el Merval, el índice de las acciones líderes, subió 0,6 por ciento fue por obra exclusiva de Petrobras que aumentó 4,36 por ciento y sus papeles tienen una ponderación de 22 por ciento en el indicador. YPF, por su parte, aumentó apenas 0,41 por ciento. El otro papel ganador fue Edenor con 3,48 por ciento.

Los bancos la pasaron mal. Algunos recordaron un informe de una calificadora de riesgo emitido hace unos meses que había advertido que las entidades enfentaría dificultades que les podrían generar pérdidas. Entre los problemas citaron las restricciones que les impuso el Banco Central tanto en las comisiones que cobran a los clientes; la baja en las tasas de Lebac y Nobac que adquieren en las licitaciones de los martes y la limitación de tener bonos en dólares. Tampoco escaparon a las observaciones la caída de la demanda de créditos por parte del público y las empresas.

El informe alertaba, además, que el aumento salarial iba a impactar en los balances, porque los sueldos representan casi 60 por ciento del costo bancario. A esto hay que sumarle que en la cartera de las entidades hay acciones de empresas que en las últimas semanas declinaron.

Por eso no hubo que hacer demasiadas cuentas para saber que los balances futuros van a reflejar estos obstáculos. Así se explican las declinaciones de Grupo Galicia (-3,77%), Macro (-3,30%) y Francés (-2,14%).

En Wall Street, los ADR's (certificados de posesión de acciones) reflejaron esta situación con caídas que se acercaron a 3 por ciento.

En el Mercado Abierto Electrónico (MAE), los negocios crecieron 30 por ciento a 1.870 millones de pesos.

El Discount que indexa por el costo de vida reafirmó su tobogán. Esta vez perdió 2,83 por ciento con negocios por 341 millones de pesos. A pocos días de que se conozca la inflación oficial, los inversores están sacando este papel de sus carteras.

Los bonos en dólares con legislación argentina no tuvieron mejor suerte. El Boden 2015 cedió 0,51 por ciento; el Bonar X que vence en 2017, perdió 0,26 por ciento y el Bonar 24 quedó neutro.

El anuncio de la emisión de un bono en pesos por parte del Gobierno, hizo que muchos bancos estuvieran más cautos en la licitación de Lebac y Nobac del Banco Central. Además no se licitaron Lebac a 360 días para no quitarle oferta al Mecon. De esta manera, lo ofrecido fue insuficiente para cubrir los vencimientos de la semana. Por eso la entidad tuvo que emitir 768 millones de pesos.

Nada hace pensar que la historia cambie. Hay tensión en la plaza y los operadores están más cautelosos. Hay fondos de inversión del exterior que recogieron sus redes y están esperando una mejor ocasión para volver.

Fuente Infobae