Ocurrió en Bariloche el pasado viernes. "Sí, buenas noches, tengo a mi hijo que no reacciona", dijo el padre con voz temblorosa al servicio de emergencias 911, desesperado porque su hijo había dejado de respirar y se encontraba morado.

Del otro lado de la línea se encontraba Nancy Verónica Melillan, la recepcionista que tomó el control de la situación tranquilizando al papá e indicando cómo debían realizarse las maniobras básicas de reanimación, que debían recostar a la criatura sobre una superficie plana y realizarle compresión en el pecho y respiraciones, tal el audio que se conoció en los medios. 

La tensión se vivía en el ambiente, hasta que en un momento el recién nacido comenzó a llorar. A los pocos minutos arribó la ambulancia, que constató que estaba fuera de peligro, estable, y se decidió su derivación hasta el hospital local para confirmar lo sucedido.