Nacionales
31 de Agosto, 2015
Ganancias llega a la campaña electoral
10:00 | Daniel Scioli empezará a hablar de la necesidad de modificar las escalas del impuesto.

Por Ricardo Carpena- Clarín

"Daniel, vos tenés que sacarte de encima a La Cámpora y dejar que te acompañe el peronismo”. El dirigente gremial se lo dijo a Scioli ante unos pocos de sus colegas, minutos antes de que comenzara el acto sindical en Costa Salguero.

Google Master

“Todavía no puedo hacerlo”, le confesó el candidato, que en su discurso posterior dijo lo que querían escuchar los gremios, pero ni siquiera rozó un tema de interés para muchísimos trabajadores: los cambios en el Impuesto a las Ganancias, resistidos por una Cristina Kirchner convencida de que es un reclamo de trabajadores ricos.

Por eso, ahora que Scioli empezará a hablar de la necesidad de modificar las escalas de aquel tributo, ¿significa que el gobernador bonaerense escuchará más al peronismo que al kirchnerismo que justifica un tributo polémico? Nadie lo sabe aún.

Sí significa que el candidato fue convencido el jueves pasado por su Mesa Sindical de introducir el tema en la campaña electoral y no dejarle esa bandera a opositores como Mauricio Macri y Sergio Massa, que han prometido derogar el impuesto en su primer día de gobierno.

También significa que el ex motonauta, en su carrera por evitar el ballotage, necesita del voto de ese millón de trabajadores, medio millón de autónomos y miles de jubilados que, sin ser millonarios, como cree el Gobierno, sufren la poda de sus ingresos.

Pero Ganancias también puede convertirse en otra grieta en la relación del candidato oficialista con Cristina. ¿Y si la Presidenta anunciara que enviará un proyecto al Congreso para modificar las escalas del tributo?

Es la hipótesis de algunos dirigentes gremiales que sospechan que ella no le regalará a su postulante elegido (y resistido, a la vez) un enorme rédito que lo acercaría a los trabajadores. Con picardía, Massa metió el dedo en la llaga: “Si tiene la decisión de mover el Impuesto a las Ganancias que no esperen al 1° de enero, que lo hagan hoy”, aguijoneó a Scioli.

Los muchachos de la Mesa Sindical están eufóricos: pasaron de las quejas porque su candidato no los privilegiaba a los elogios porque “Daniel”, además del tema Ganancias, les prometió mayor participación en los actos.

De lo que no habló todavía es de las cuestiones más urticantes. Una es el nombre del futuro ministro de Trabajo. Scioli ha dado señales de que su elegido sería Oscar Cuartango, pero los gremialistas están divididos: Antonio Caló insiste en que allí quiere a un dirigente sindical, pero los independientes de la CGT Balcarce (Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri) impulsarían para ese cargo a la viceministra de Trabajo, Noemí Rial.

No es la única diferencia que mantienen. Ese mismo trío reanudó la semana pasada los contactos con el moyanismo y con “los Gordos” (Comercio y Sanidad) para apurar la reunificación de la CGT, una jugada resistida con uñas y dientes por Caló, que interpreta que esos movimientos reservados sólo están dirigidos a perjudicarlo y a salvarle el pellejo a su archienemigo Hugo Moyano.

Lejos de estos vaivenes, con el mes septiembre comenzará una decisiva ronda de elecciones en sindicatos clave. La serie arrancará pasado mañana en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), donde se presentarán cinco listas, tres de ellas de izquierda, aunque la atención estará puesta en la batalla feroz entre antikirchneristas (que manejan el sindicato desde 1984) y kirchneristas.

En un rincón está Hugo “Cachorro” Godoy, el candidato elegido por el sector del histórico Víctor De Gennaro, y en el otro, Fernando “Nando” Acosta, un ex aliado de esa fracción que se independizó y se alió a kirchneristas como Edgardo Depetri para intentar dar el batacazo.

La pelea no es menor: está en juego el destino de un gremio de unos 350.000 afiliados, un fuerte poderío económico y su condición de sostén de la CTA opositora. Y la traumática elección ceteísta de 2010 hace temer problemas. Por eso el oficialismo convocó a veedores internacionales y la oposición denunció irregularidades con los padrones y las urnas volantes, acusaciones que tanto la Justicia como el Ministerio de Trabajo acaban de desestimar.

Ahora, toda la atención está puesta en seccionales manejadas por la oposición kirchnerista como Santa Fe, Jujuy (donde Acosta es apoyado por Milagro Sala) y Tucumán, provincia nada asociada con la transparencia electoral. El antikirchnerismo ceteísta llegará a la votación en ATE con una mala noticia: acaba de perder las elecciones en Cepetel (trabajadores informáticos y de telecomunicaciones) ante sus rivales K.

Las siguientes elecciones sindicales serán cruciales, aunque sin perspectivas de cambios: el 20 y 21 de septiembre, Hugo Moyano buscará su reelección en Camioneros, secundado por su hijo Pablo; en esos mismos días, Rafael Mancuso intentará consagrarse como heredero de Oscar Lescano al frente del Sindicato Capital de Luz y Fuerza, y el 15 octubre será el turno de Pignanelli para ir a las urnas por otro mandato en el sindicato de los mecánicos (SMATA).

Antes de fin de año deberían realizarse los comicios en APTA (personal técnico aeronáutico) y en SOMU (marítimos), atravesados por problemas legales. Y en marzo será la hora del Sindicato de Alimentación de Capital, donde Rodolfo Daer competirá contra la izquierda (que en 2012 llegó al 40% de los votos) para lograr otro mandato, en unas elecciones que servirán de test para medir la salud del gremialismo combativo.

Porque la salud del sindicalismo peronista, como lo confirma la supervivencia de sus dirigentes, es inmejorable.

DEJANOS TUS COMENTARIOS