Nacionales
25 de Septiembre, 2016
Conmoción por la desaparición misteriosa de dos chicas que no se conocen entre sí
12:31 | Una tiene 21 y la otra 29 años. No se conocían entre sí, pero los investigadores no descartan conexiones en los casos.

Dos jóvenes mendocinas son buscadas en esa provincia desde el miércoles, día en el que se celebró el comienzo de la primavera. Aunque no se conocían entre sí, las chicas desaparecieron el mismo día y al mismo horario. Los investigadores intentan conectar los casos

La primera desaparición reportada fue la de Julieta González, de 21 años. Oriunda de la localidad mendocina de Maipú, la adolescente fue vista por última vez a las siete de la tarde cuando abandonó la casa de sus padres. Dijo que iba a salir con amigos, pero no precisó a dónde, ni con quiénes.

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Su madre, Graciela Carrizo, comenzó una intensa búsqueda por redes sociales al notar que su hija no había regresado de los festejos. Al ingresar al perfil de su hija en Facebook, se enteró de que Julieta había “presentado como novio” a un hombre “mucho mayor que ella” y del que desconoce su identidad.

La denuncia fue radicada en la Oficina Fiscal 10 de la localidad y la investigación está a cargo de la Dirección provincial de Búsquedas de Personas, que sólo horas después recibió también otra denuncia por parte de la familia de Janet Zapata, de la que tampoco se sabe nada desde el miércoles.

La tarde de su desaparición, Janet había ido al shopping junto a su pareja, Damián Minoti, para comprarle unas zapatillas a su hija de cinco años, pero no regresó con ellos: se bajó del auto y dijo que se iba a encontrar con un grupo de amigas en el centro. Su última conexión a Whatsapp fue sólo una hora después.

“Con nosotras no tenía previsto juntarse. Es más, llamamos a otras chicas con las que también se junta y tampoco sabían nada de ella. Estamos preocupados, no sabemos nada”, aclaró Julieta, amiga de Janet.

El último dato certero que maneja la familia es que la joven se bajó a las 19.30 del auto de su pareja quien, como tenía que irse a trabajar, la acercó sólo algunas cuadras en auto. Pero nadie notó nada raro hasta las once de la noche, cuando su pareja la llamó por teléfono para ver en dónde estaba y no obtuvo respuesta.

“No sé qué pudo haberle pasado. Hasta ahora no sabemos nada y hay un millón de especulaciones. Me siento mal por la nena. Tenemos una hija que extraña a su madre. Es muy raro que hayan pasado tantos días sin comunicarse”, advirtió Damián.

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