La selfie más famosa, tomada en los Oscar, puede ser la que mas retweets tuvo. Pero ahora otra autofoto tiene un impactante récord, por ser la más grande (y multitudinaria) de la historia: la protagonizan dos mil rabinos ortodoxos que asistieron a una conferencia anual, en Nueva York.

Para tomarla usaron un lente gran angular junto a uno de esos "palitos de selfies" que se usan para filmarse, especialmente con cámaras deportivas, para colocarlo a 4.5 metros de distancia. La excusa para la foto fue la Conferencia Internacional de Emisarios de Chabad-Lubavitch. Allí, desde 1983, siempre se toma una foto de los asistentes. Este año tuvo una vuelta de tuerca muy tecnológica.

Además del aporte de un fotógrafo local, también utilizaron drones para filmar todo el proceso de la multitudinaria selfie.