Un terremoto de magnitud 7.1 en la escala de Richter sacudió el centro de México y dejó al menos un saldo de más de cien muertes. Decenas de edificios y viviendas colapsaron, como también se formaron enormes grietas en avenidas y calles principales de distintas ciudades. Al mismo tiempo, el temblor provocó que el volcán Popocatépetl, localizado en Puebla, entrara en erupción.

Esta situación pone, una vez más, en alerta a todo el país, sobre todo a las zonas de Puebla cercanas al volcán. De acuerdo con un balance preliminar de autoridades estatales, 54 muertes se registraron en el estado de Morelos, 13 en Puebla, ocho en Estado de México y cuatro en la capital. Equipos de rescate y vecinos trabajaban a la par para socorrer a las víctimas.

Cientos de personas aún se encuentran atrapadas bajo los escombros en varias zonas de la capital, la Ciudad de México, donde medios locales reportaban escenas de confusión ante el temor de réplicas y caos en las calles. El presidente Enrique Peña Nieto, quien convocó a una reunión de emergencia con todo su gabinete, ordenó que los servicios de emergencia "estén abiertos”.

El temblor causó numerosos cortes en el servicio eléctrico, fugas de gas e interrumpió el funcionamiento de la telefonía y varias estaciones del subte en la Ciudad de México. El sismo registrado en el centro de México fue de 7.1 grados en la escala de Richter, según la última actualización del Servicio Sismológico Nacional (SSN).

El epicentro se localizó en el límite entre los estados Puebla y Morelos, 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, y a 120 kilómetros de la Ciudad de México, mientras que la profundidad fue de 57 kilómetros. El sismo derrumbó al menos una treintena de edificios en varias zonas de la Ciudad de México, como las colonias Condesa, Del Valle, entre otras.