Internacionales
20 de Junio, 2018
Ola de repudios a la política de Trump que separa a niños migrantes de sus padres
08:51 | Críticas a la "tolerancia cero" de la administración norteamericana. De comparaciones con la Alemania nazi hasta el pedido de humanidad por parte de exprimeras damas. Incluso, la propia Melania Trump llamó a gobernar el país "con el corazón".

Las imágenes son desgarradoras. Más de 1600, según reportes periodísticos recientes, son los niños migrantes separados de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos. Los más pequeños tienen menos de 4 años y los centros donde deben esperar durante quién sabe cuantos días, se asemejan más a un depósito de jaulas que a un albergue pensado para recibir niños.

Esto responde a la política de "tolerancia cero" aplicada por el gobierno de Donald Trump. Fiel a su prédica implacable en lo que a inmigración respecta, el magnate y actual presidente de Estados Unidos, a través de un fiel colaborador -el Fiscal General Jeff Sessions-, implementó una política de cero concesiones a la inmigración ilegal.

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"Nosotros queremos terminar con este proceso en el que los niños sean trasladados por lugares peligrosos. Si quieren pedir asilo, que pasen por los puntos de entrada. Así debe hacerse", dijo el inmutable hombre de Trump en una entrevista concedida a la cadena FOX News.

La oposición política no tardó en expresar su profundo repudio a las políticas aplicadas en los últimos meses incluso con la más horrenda de las comparaciones. "Esto es Estados Unidos de América. No es la Alemania nazi. Hay una diferencia. Nosotros no separamos a niños de sus padres...hasta ahora", aseveró Dianne Feinstein, una senadora demócrata.

En respuesta, Session dijo: "Bueno, eso es una verdadera exageración porque en la Alemania nazi querían que los judíos se quedaran en el país". Más tarde, y en respuesta a la pregunta en torno al objetivo de la política de "tolerancia cero", el funcionario expresó: "Espero que la gente entienda el mensaje y no quiera pasar la frontera ilegalmente".

Las primeras damas, al frente de la batalla

Este tema de altísima sensibilidad no sólo recalentó la escena política norteamericana sino que también hizo que voces de todas las esferas (incluso las más inesperadas) se unieran al reclamo por un trato más humano con quienes, movidos por situaciones apremiantes en sus países de origen, cruzan la frontera buscando un futuro posible.

Entre las múltiples voces que se alzaron, resonaron los mensajes de cinco primeras damas. Incluso, la mismísima Melania Trump que, aún con un mensaje tímido, sorprendió al expresar su conmoción frente a la separación de familias en la frontera Sur.

Un comunicado que se dio a conocer el domingo su vocera, Stephanie Grisham, consignaba: "La Sra. Trump odia ver que haya niños que son separados de sus familias y espera que quienes están en posiciones opuestas de este asunto puedan finalmente encontrarse y llegar a una reforma en materia de inmigración que sea exitosa. Ella cree que debemos ser un país ajustado a la ley pero también un país gobernado con el corazón".

Debemos ser un país ajustado a la ley pero también gobernado con el corazón. Melania Trump

Ubicada en las antípodas del arco político, también se expresó la excandidata a presidenta Hillary Clinton. Envió un contundente mensaje el Foro de Mujeres de Nueva York y dijo: "Tenemos la obligación de alzar la voz por los derechos humanos de niñas y mujeres alrededor del mundo y en nuestro país. La semana pasada, esta administración anunció que no les daría asilo a las víctimas de violencia doméstica que buscan refugio en los Estados Unidos cuando sus propios países fallan a la hora de protegerlas. Mientras tanto, lo que sucede en nuestras fronteras es horroroso [....] Esta es una crisis moral y humanitaria. Cualquier ser humano con sentido de la dignidad y de la compasión debiera estar indignado".

Como era de esperar, también Michelle Obama manifestó su indignación, mencionando el tuit de su antecesora Laura Bush. "A veces la verdad trasciende a los partidos políticos", escribió.

Pero aún con las voces más importantes llamando al presidente a la reflexión en esta materia, nada parece detenerlo. "Estados Unidos no será un campo de refugiados", declaró Trump. Frente a esta posición inflexible, hay quienes aseguran que estos cambios no son meras políticas de una administración sino que podrían erosionar los bases y valores fundacionales de esa nación.

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