La comunidad de la Isla de Vancouver, en Canadá, quedó conmocionada por el ataque de dos pumas famélicos a un nene de siete años. La víctima, que estaba jugando cerca del lago Cowichan, quedó internada en grave estado por las heridas. Su mamá fue la gran heroína de esta historia, ya que salió a defenderlo y logró espantar a los felinos.

El incidente ocurrió el viernes por la tarde. Según el medio Global News Canada, el chico, identificado como Zack, fue rodeado por los animales a pocos metros de su casa y sufrió lesiones en la cabeza, el cuello y las manos.

El papá del nene, Kevin Bromley, le explicó a la prensa local que fue su esposa la que escuchó los gritos de ayuda de su hijo y forcejeó con los pumas para que lo soltaran.

"Zack intentó huir, pero los felinos lo persiguieron. Su madre se tiró encima de ellos e intentó quitarle las garras. Como lo seguían mordiendo del brazo, gritó socorro y automáticamente se fueron del lugar. Había sangre por todos lados", detalló el hombre.

El nene quedó internado en grave estado en un hospital de la ciudad de Vancouver, pero los médicos esperan que mejore. Sus padres todavía no pueden creer lo qué pasó. "Recién ahora estoy empezando a procesar todo. Estamos enfocados en él y solo queremos que el ataque no lo traume", agregó Kevin.

El Servicio de Oficiales de Conservación de la Columbia Británica confirmó que localizaron a los dos pumas y los sacrificaron. Según uno de los agentes, los felinos estaban delgados y "no tenían buen aspecto".