Locales
25 de Abril, 2018
A 5 años de la muerte de Josefina Olesen, su asesino Mateo Leunda sigue manejando
09:58 | Hace cinco años, Josefina Olesen perdió la vida en manos de Mateo Leunda, que borracho, y a toda velocidad chocó el auto que manejaba y en el que viajaba la adolescente de 17 años junto a otros amigos.

Fue pasando la curva de la calle Brasil al 400, cuando el Chevrolet Vectra conducido por un menor se despistó, chocó contra el cantero central, dio varios tumbos y detuvo su descontrolada carrera tras embestir carteles publicitarios y un poste de alumbrado. Josefina tenía 17 años y murió. Otros cinco adolescentes resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad.

El pasado 20 las palabras de quien fuera pastor de la Iglesia Danesa de Tandil, Martín Olesen, emocionaron y al mismo tiempo generan bronca: “Por acá mucho no ha cambiado. El muchacho que te quitó la vida sigue manejando. Espero que no mate a nadie más”, delineó, entre detalles familiares cotidianos.

Google Master

Conducía Mateo Leunda, que en aquel momento tenía 17 años y estaba alcoholizado, era piloto de Promocional y TC 2000 del Atlántico.

Tras el accidente se instruyeron actuaciones por “homicidio culposo y lesiones graves culposas”. Al año del hecho, el joven piloto fue beneficiado con la suspensión del juicio mediante probation y con habilitación para conducir. Pero a fines del 2014 llegó la resolución final. Mediante un juicio abreviado la Justicia sentenció a Mateo Leunda a la pena de dos años de prisión de ejecución condicional e inhabilitación especial para conducir todo tipo de vehículos automotores por el plazo de 8 años.

El joven no debería conducir hasta el 2022, sin embargo el pastor, hoy radicado en Tres Arroyos, publicó que “sigue manejando”. Varias personas también han denunciado en las redes sociales haber visto al joven, con una actitud altanera, manejando por las calles de Tandil como si nada hubiera pasado. 

Las palabras de su papá en las redes sociales

“Hace 5 años te fuiste. Quiero contarte que estoy más viejo, que ahora tenés una hermana nueva, se llama Luz. Todos le vamos a contar la maravillosa hermana que tiene. Le harán falta tus risas, intentaremos dárselas, necesitará tus abrazos, le daremos por demás. Quiero contarte que Luz aprendió a caminar, si la vieras; es todo un amor. Jose, mi amor, tengo tantas cosas que contarte. Muchas de esas cosas me las guardo, te las diré al oído, el día que pueda abrazarte nuevamente. Por acá mucho no ha cambiado. El muchacho que te quitó la vida sigue manejando. Espero que no mate a nadie más. Siento que no ha cambiado, como cambiaste vos, como cambiamos nosotros. En casa todo es diferente. Sabés? Cambiamos de mesa, ahora tenemos una mesa redonda. Igual sigue faltando tu plato. Cambiamos de ciudad, igual sigue faltando tu entrada por la puerta de casa. Muchas cosas han cambiado lo que no cambia, ni cambiará, es mi amor por vos. Así en el cielo como en la tierra, siempre, siempre, juntos. Jose, mi amor, te amo, te amé y te seguiré amando. Esperame, angelito, pronto nos veremos. Papá”.

DEJANOS TUS COMENTARIOS