Hoy sucedió algo casi insólito. 12:45 (15 minutos antes que los chicos ingresen a las escuelas en el turno tarde, cuando la mayoría de los establecimientos ya está abierto recibiendo a los alumnos) un mensaje de Jefatura Distrital Tandil pedia "suspender las clases en el turno tarde por el Alerta Meteorológico". La mayoría de los padres ya estaban en los colegios esperando para dejar a sus hijos, o en camino al establecimiento. 

Llovía fuerte, sí, eso no lo vamos a negar, pero quizás sea un poco exagerada esta moda de "suspender las clases". De hecho, 13:05 dejó de llover, y en el momento que escribo esta nota tampoco llueve. Los chicos podrían estar tranquilamente estudiando en sus salones, en vez de perder un día mas de clases. Y ni qué hablar de los colegios públicos, que ayer perdieron clases por un paro docente. ¿No sería más productivo reducir al límite los días perdidos?. Ya que los padres son rehenes de los docentes y sus paros, de los inspectores y sus decisiones insólitas sobre la meteorología, parece que la educación argentina es casi una odisea en pleno siglo XXI. 

Si algún papá deseaba no enviar a sus hijos, o no podía hacerlo por la lluvia, está en su absoluto derecho de hacerlo, pero en cambio, nos convertimos en rehenes de las decisiones insólitas de un par de inspectores. 

A esta altura, imagino a las/los Inspectores de la Jefatura Distrital de Educación bien acomodados en sus despachos y mirando por la ventana cómo llueve, utilizando la metodología "uuuhhh, che, me parece que llueve fuerte, ¿suspendemos las clases?", para luego continuar con el café o mate del mediodía. 

Imagino también que el alerta meteorológico que el Servicio Meteorológico Nacional emitió 10:30 de la mañana, también llegó a manos de Defensa Civil Tandil en el mismo horario. ¿Por qué no tomar una decisión y comunicarlo a Educación a esa hora en vez de 5 minutos antes de que comiencen las clases?. Una vez más Defensa Civil Tandil "hace agua" (nunca mejor aplicado el término) cuando de tomar decisiones se trata. 

Somos el hazme reir del mundo en materia de educación, no necesitamos regalarles a los chicos una tarde de vacaciones, necesitamos que estén el mayor tiempo posible estudiando, formándose para ser los futuros argentinos que hagan algo positivo por este país que tanta lástima da. 

25 minutos después de comenzar a escribir esta nota, todavía no volvió a llover. No hay tormenta aterradora, inundaciones, ni caos. Ni siquiera llovizna. Chequeo en la web y el dato arrojado me sorprende: Hasta las 13 llovieron 4.5 mm en Tandil y alrededores. Señores inspectores de Educación, sepan que le robaron un día de clases a los chicos de Tandil por 4.5 mm de lluvia. Sepan que dan vergüenza. 

*María Florencia Montaruli - Directora de Tandil Diario.