En una nota con el diario El Eco de Tandil, Morando se limitó a decir que "no es cierto que hayamos intentado ocultar información", y aseguró que la nueva licitación para arreglar los ascensores "tiene fecha para el 3 de septiembre". 

Pese a que la propia Marta Rico, que acompañó a Morando en la nota hecha por el medio colega y que firmó un informe elevado al Concejo Deliberante donde como ingeniera afirmaba que la situación de los ascensores del Hospital era "grave", Morando dice que está en contacto permanente con los informes de mantenimiento del área". 

En forma totalmente contradictoria a la nota presentada por ella misma, la ingeniera Marta Rico aseguró también en la nota que "no hay riesgos en el uso de los ascensores del Hospital", cuando días atrás el informe por ella firmado daba detalles del calamitoso estado de los mismos. 

“Todos los controles que hace Ascensores Tandil son mensuales. Su dueño, Ceferino Murúa, también habló conmigo. Ellos, para darnos una mayor tranquilidad en este momento y hasta que se coloquen los ascensores nuevos, van a hacer un control semanal”, ratificó.

Mientras tanto, y en contraposición al informe que firmó en febrero reafirmó casi como una burla a su profesión que “no hay riesgos. Estuvimos hablando con el personal técnico de la empresa y, si bien los ascensores tienen problemas en las puertas, no es que alguien pueda quedar atrapado o caerse. El problema, lo digo y lo saben todos los que utilizan los ascensores diariamente, es que por ahí uno sube al ascensor y no arranca, y eso es porque se traba el sistema de apertura de puertas, pero exterior”.

El último dato brindado por Morando también pareció ser una burla a la situación que atraviesa el Hospital. Mientras Rico había asegurado que había riesgos de desprendimiento de los pisos del ascensor, sobre todo por el uso de elementos pesados como las camillas, ahora resulta que el recambio de los pisos es por una cuestión estética. 

"Es meramente por estética, no porque sea peligroso". Dijo Morando. 

Resulta extraño el intento de limpiar y esconder una calamitosa realidad como la de los ascensores del nosocomio público. Sobre todo, si la coordinadora de obras del Hospital Santamarina es quien redactó y firmó un informe diciendo que "...existe un riesgo cierto de desprendimiento total del suelo del ascensor por el peso de las camillas de gran porte que acarrearía consecuencias funestas", ahora diga que la reparación del piso es sólo "por estética". Si lo que sostiene, afirma y rúbrica la funcionaria publica en un documento oficial, es luego relativizado por ella misma o su superior, en este caso Gastón Morando, la situación es de una gravedad institucional nunca antes vista. 

Foto El Eco de Tandil