Cuarto intermedio hasta hoy. Candidaturas a cuentagotas. Después de un par de horas de deliberaciones en la oficina del jefe de Gabinete en el primer piso de la Casa Rosada, la mesa chica del Gobierno terminó de definir en la tarde de ayer a Esteban Bullrich como el primer candidato a senador del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, a la espera de la confirmación, o no, de la postulación de Cristina Kirchner, que se espera para el último turno del sábado.

Marcos Peña, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta -recién llegado de un viaje por Canadá-, Fernando de Andreis, Federico Salvai y Jaime Durán Barba terminaron de resolver la encrucijada pasadas las seis de la tarde, y se la anunciaron al ministro de Educación por teléfono y en altavoz. Hasta ese momento, Bullrich no tenía idea de su futuro. Anoche, Gladys González, que también pujaba por ese lugar, se fue a dormir sin noticias sobre sus próximos pasos. Una mala noticia para Durán Barba, que cuando hace unos pocos meses recibió en su departamento de Recoleta a la ex interventora del SOMU la calificó como un "clon" de la gobernadora. La designación de Bullrich es al menos una bocanada de aire fresco para el ala política del Gobierno.

Entre hoy y mañana, la Casa Rosada terminará de resolver quién será la compañera de fórmula de Bullrich para el Senado, casillero que podría caberle a la presidenta de Acumar o a la legisladora Graciela Ocaña, que hace unos meses mudó sus ambiciones a la provincia de Buenos Aires. Y quién encabezará la boleta para Diputados en el distrito más crucial del país. Hasta ayer a última hora, la duda era si ese lugar seguía reservado para Facundo Manes -resistido por un sector del PRO-, o si González u Ocaña también podrían vestirse con ese traje.

Con la elección de Bullrich, Mauricio Macri, que supervisó en la tarde de ayer el cierre vía telefónica, resolvió "malgastar" a un ministro ante la eventual candidatura de Cristina Kirchner, que, de presentarse, obligará al macrismo a nacionalizar y a polarizar la elección, una estrategia de confrontación que al Gobierno le sienta cómoda. El funcionario se suma así al lote de ministros que obligarán al Presidente a meter mano en el gabinete: Julio Martínez, en Defensa, y José Cano, al frente del Plan Belgrano, liderarán las listas de Cambiemos en La Rioja y Tucumán, respectivamente. El dilema pasa ahora por unificar criterios en la salida de los funcionarios.

Este mediodía, Macri y Vidal tenían previsto mostrarse en Lanús, en el Conurbano bonaerense, junto al intendente Néstor Grindetti. Pero la definición de las listas -"no tiene sentido adelantar el anuncio", explicó anoche un integrante de la mesa chica macrista- obligó a suspender el acto. Fuentes provinciales aseguraron, sin embargo, que ese argumento tiene tanta validez como el temor a posibles escraches.

En la nómina de Diputados, a pesar de la indecisión por la cabeza de lista y además de la titular de Acumar y de "La Hormiguita", tienen un puesto asegurado Guillermo Montenegro, Marcela Campagnoli -hermana del fiscal-, Héctor "Toty" Flores, Maricel Etchecoin y Ezequiel Fernández Langan, del riñón de Peña. Este último, según confiaron en su entorno, tiene previsto renunciar a su cargo en los próximos días para evitar suspicacias: como subsecretario de Asuntos Electorales, tiene injerencia en el proceso electoral. En tanto, Montenegro, actual embajador en Montevideo, desembarcó en Buenos Aires a última hora de la tarde de ayer. Varios de ellos desfilaran en las próximas horas por el búnker del PRO de San Telmo -edificio que alquila desde hace años y que el partido planea comprar en los próximos meses-, en la esquina de Balcarce y Belgrano, y por el local que Cambiemos en su versión bonaerense alquiló a escasos metros.

Vidal, por su parte, tiene agendada la tarde del domingo, a partir de las tres, para la sesión de fotos en la que posará por separado con cada uno de los candidatos bonaerenses para la confección de los afiches y las imágenes para la campaña.