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En el reino del revés, nada el pájaro, vuela el pez, el presidente en ejercicio promete bajar impuestos y el candidato opositor advierte que deberá subirlos.
El resultado de las PASO reperfiló las campañas electorales. Si Mauricio Macri viró su discurso en busca de un voto de clase media (“Te escuché y tenés razón”, dice en su spot), Alberto Fernández debió moderarse por ser una especie de candidato a presidente en ejercicio.
En el reino del revés, entonces, Alberto Fernández instala la discusión sobre una suba del impuesto a los Bienes Personales, recibe un documento de equipos técnicos del Partido Justicialista en el que se promueve aumentar el peso de impuestos sobre el sector más pudiente y da a entender a referentes del agro y a quien le pregunte que las retenciones a las exportaciones, en algunos casos, aumentarán.
Mientras tanto, Mauricio Macri concentra sus propuestas económicas en el ala “keynesiana” de su gobierno, encabezada por el ministro de Producción Dante Sica. Promete bajar los impuestos a Pymes, eximir de tributos a quienes incorporen trabajadores jóvenes sin experiencia y promover una ley de inversiones con beneficios fiscales y garantías de estabilidad impositiva y jurídica para los capitalistas que traigan sus proyectos al país.
Lucas Romero, politólogo y director de la consultora Synopsis, lo analizó así: “Es curioso que, siendo Macri presidente en ejercicio y teniendo estas declaraciones tan poco fiscalistas, no generen una reacción en los mercados; si anunciaba estas medidas antes del 11 de agosto, hubiera habido repercusión en los bonos y la Bolsa”. Y concluyó: “Los actores miran qué va a pasar después del 27 de octubre y la palabra de Macri perdió valor. El enunciado, dicho por un candidato derrotado por tanta diferencia en las primarias, no tiene mucho realismo”.
Según Romero, “Alberto Fernández empieza a asumir obligatoriamente el rol de candidato electo”. Apeló al “Teorema de Baglini”, el diputado radical recordado por enunciar que un dirigente político tiene mayor grado de responsabilidad cuanto más chances tiene de acceder al poder. “El problema es que, al haber un proceso electoral, probablemente Fernández no quiera asumir del todo su rol de presidente electo porque debería dar definiciones con impacto electoral”, añadió.
Lucas Romero, politólogo y director de la consultora Synopsis, lo analizó así: “Es curioso que, siendo Macri presidente en ejercicio y teniendo estas declaraciones tan poco fiscalistas, no generen una reacción en los mercados; si anunciaba estas medidas antes del 11 de agosto, hubiera habido repercusión en los bonos y la Bolsa”. Y concluyó: “Los actores miran qué va a pasar después del 27 de octubre y la palabra de Macri perdió valor. El enunciado, dicho por un candidato derrotado por tanta diferencia en las primarias, no tiene mucho realismo”.
Según Romero, “Alberto Fernández empieza a asumir obligatoriamente el rol de candidato electo”. Apeló al “Teorema de Baglini”, el diputado radical recordado por enunciar que un dirigente político tiene mayor grado de responsabilidad cuanto más chances tiene de acceder al poder. “El problema es que, al haber un proceso electoral, probablemente Fernández no quiera asumir del todo su rol de presidente electo porque debería dar definiciones con impacto electoral”, añadió.
Los impuestos de Alberto
Fernández instaló el debate sobre Bienes Personales luego de entrevistarse con el presidente de Bolivia, Evo Morales. Elogió, hace 20 días, el “régimen impositivo que grava más severamente a los poderosos” y que permitió a Bolivia “equilibrar sus cuentas públicas”. Esta semana, en diálogo con radio Metro, sostuvo que el tema “merece un estudio mayor” y aclaró: “Bienes Personales no es un impuesto que paga el ciudadano de clase media que tiene un auto en la casa. Lo tienen que pagar las fortunas mayores en Argentina, que actualmente no lo pagan”.
En la Argentina, Bienes Personales representa el 0,52% de los tributos que recauda la AFIP, según los datos oficiales registrados entre enero y septiembre. Dicho de otra forma: una modificación en el tributo no cubriría el bache fiscal del país.
El equipo económico de Fernández descuenta que ese monto fijo será reemplazado por alícuotas variables en función del valor agregado, aunque con alivios para las economías regionales y el sector servicios (que no pagaría), supo TN.com.ar de fuentes de ese espacio.
“Es probable que aumente las retenciones, pero no lo puede decir, porque se adelantarían un montón de exportaciones” para no pagar el impuesto, dice el economista jefe de Ecolatina Matías Rajnerman.
El Macri “keynesiano”
El Presidente lanza una propuesta de campaña por día con algunas medidas económicas que alcanzó Dante Sica, ahora con un rol más activo del que tenía cuando Nicolás Dujovne era el guardián del acuerdo con el FMI.
Sica alcanzó tres medidas que implican recortes impositivos: la “ley PYME 2.0”, un proyecto que busca recortar la carga de impuestos para las empresas pequeñas y medianas. El texto busca recortar el impuesto a las Ganancias del 35 al 22 por ciento, eliminar contribuciones patronales a los nuevos empleos y suavizar la transición a quienes pasan del monotributo al régimen general de AFIP, entre otras cosas.
Algo similar busca la ley de empleo joven, que propone bonificar por dos años (100% y 75%, respectivamente) los impuestos laborales a las empresas que contraten trabajadores de hasta 24 años con poca o nula experiencia. Es la tercera vez que el Gobierno anuncia este proyecto, aunque no prosperó.