El proyecto fue llevado adelante gracias al apoyo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el organismo que preside el Ingeniero Javier Ibañez.

La superficie de la estructura consta de 12 metros cuadrados y está revestida con tres capas: dos de fibra de vidrio, que están ubicadas en el interior y el exterior de la cúpula, y en medio de ellas posee una capa de material epóxido, en este caso, espuma de poliuretano.

Se realizarán diversas pruebas con la estructura en un periodo de un año, con lo cual se obtendrán los datos necesarios para corregir cualquier detalle y, de esta forma, la estructura quede apta para su uso en un ambiente tan complejo como lo es el de la Antártida, en donde se alcanzan temperaturas extremas que van desde los -20°C a los -40°C.

Un problema con el que han tenido que lidiar los investigadores y los científicos involucrados en este proyecto, adicional a las bajísimas temperaturas, es la gran distancia que existe entre los campamentos donde están instalados y las bases donde se hacen las pruebas, tomando en cuenta que el terreno en cuestión abarca una extensión de aproximadamente 1 millón 500 mil kilómetros cuadrados.

Gracias a la capacidad científica de dos emprendedores originarios de Córdoba, quienes quisieron dar una solución a este problema, nació este domo experimental, que además puede moverse por el terreno de estudio según las necesidades específicas. Geométricamente, el diseño emula a una semiesfera, lo cual facilita el movimiento circular del aire dentro de la estructura, permitiendo así una distribución uniforme del calor.

Debido a las muy adecuadas consideraciones de diseño, la estructura puede armarse en un día, ensamblando en seco los paneles, los cuales calzan uno dentro de otro; además, están asegurados con tornillos de acero inoxidable, formando así un conjunto que puede soportarse a sí mismo.

En este sentido, el director del Centro Aeronáutico y Espacial perteneciente al Instituto Julio Sánchez acotó que “Desde el INTI asesoramos al emprendimiento en las normativas vigentes para el sector. Además, brindamos asistencia integral en tecnologías blandas, en aspectos técnicos y en la formulación de un proyecto que recibirá el financiamiento del Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica para evaluar y optimizar el diseño del dispositivo”.

Esta estructura resulta perfecta cuando se necesita estar en movimiento continuamente o para lugares a los cuales se complica mucho el acceso, gracias a que se puede armar rápidamente. Asimismo, puede ser muy útil en el turismo de alta montaña, sabiendo que Argentina está enlistada en el tercer puesto de los países que poseen más cuerpos montañosos cuya altura está alrededor de los 6 mil metros