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24 de Agosto, 2017
Mercado inmobiliario en Bolivia, ¿una opción para invertir?
09:36 | La economía de Bolivia ha crecido considerablemente en los últimos años, por encima incluso de la media regional. Su producto interior bruto, según fuentes oficiales, era de 34.000 millones de dólares a finales del años pasado, aunque con un índice alto de pobreza extrema en el campo y en las ciudades, del 33,3% y del 9,3% respectivamente.

Representantes del gobierno boliviano, en sus viajes internacionales, han estado intentando convencer a los inversores para que pongan sus miras en el país. De hecho, el gobierno ya elaboró su plan de inversiones hasta 2020, que comprende 48.000 millones de dólares, y se afana en hacer llegar las oportunidades para formar sociedades o contratar servicios especializados en diferentes áreas.

Así lo hizo, por ejemplo, en noviembre del año pasado en España, en el marco de las Jornadas del Partenariado Multilateral. En ellas, Diego Pachecho, el viceministro boliviano de Planificación y Desarrollo, aseguró que se trata de un país en construcción que vive toda una revolución democrática y cultural.

Con ello, el gobierno se propone reducir los niveles de pobreza, pero avisa a los agentes internacionales: quiere socios en plano de igualdad, no inversores que vengan a dominar o empresas que se crean dueñas de los recursos bolivianos.

Factores favorables para el sector inmobiliario

Grandes portales inmobiliarios como Infocasas.com reiteran las bondades del anticretico, una modalidad boliviana para alquileres.

Mediante contratos de anticreticos en Bolivia se conoce la cesión de un bien, como casas, por una cantidad de dinero. Esa cantidad es devuelta después para poder recuperar el bien inmueble. Se entiende que es el interés del dinero paga el uso del bien, genera la rentabilidad.

Además de las diferentes modalidades, se observa como factor favorable para el sector inmobiliario el crecimiento de la población. Así lo analizaba otro de los grandes portales del país, Ultra Casas, que recogía datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En 2012, el censo de habitantes estaba en 10.059.856, y en 2015 se estimaban un total de 10.825.000. La cifra puede parecer discreta, pero hay que recordar que, hace unos años, eran muchos los bolivianos que emigraban fuera de sus fronteras, dada la situación económica, social y política.

El fenómeno también se ha dejado notar en Argentina, donde, ya por 2014, se observó la merma en la llegada de ciudadanos procedentes de Bolivia, a la par que cada vez regresaban a su país de origen.

Esto apunta también a la percepción de mejora en la economía. La mejora de la calidad de vida es, de hecho, otro de los factores clave observados por Ultra Casas, que recogía datos del INE correspondientes al salario mínimo. Desde 2001 hasta 2016 hubo “un evidente crecimiento”, dicen, que empezó con un incremento del 12,7%.

Lo que el portal consideraba “una mejor distribución de ingresos e incremento salarial”, se refleja también en el aumento en la demanda de viviendas.

Santa Cruz, aún con mejores perspectivas

Una zona de buena rentabilidad en el país, que ofrece buenas oportunidades de inversión es Santa Cruz de la Sierra. También, como recuerda Infocasas, hay que viviendas en anticretico en santa cruz.

El portal quiso hacer a principios de un año una predicción del mercado cruceño, con la ayuda del presidente de la Cámara Inmobiliaria de Santa Cruz de la Sierra (CICRUZ), Franz Rivero.

La ciudad, a su juicio, contaba con buenas perspectivas por los importantes proyectos inmobiliarios e inversiones de toda índole, en todos los segmentos socioeconómicos. “Se mirará con optimismo al futuro”, decía, aunque también era consciente de las amenazas de crisis y de la necesidad de afrontarlas llegado el momento.

Políticas como la ampliación del Fondo de Garantía para el Crédito de Vivienda de Interés Social (FOGAVIS) anunciadas por el ministro competente se veían también con mucho interés.

En Santa Cruz de la Sierra, como capital del departamento de Santa Cruz, los expertos consideran que la zona norte, desde la avenida Mutualista hasta el Urubó, es la más demandada. Sin embargo, cualquier otra es susceptible a movimientos de compra y venta, ya que el tipo de vecindad, el estrato socioeconómico de esta, la capacidad de la familia, la proximidad al centro de trabajo o de la escuela y otros servicios, también son parámetros importantes.

Las noticias eran también positivas para los compradores o arrendadores, según Rivero. Y es que, dadas las predicciones del sector, los vendedores optaban por reducir sus márgenes de especulación o negociación, al objeto de poder cerrar ventas en un periodo más corto. Así, pese a la desaceleración económica, se esperaba desarrollar grandes inversiones inmobiliarias anunciadas en 2016.

Santa Cruz de la Sierra se considera también un mercado idóneo para un sector muy relacionado con el inmobiliario, como las energías renovables y la domótica. La tendencia a crear hogares inteligentes y sostenibles, según se observa, es recogida por ingenieros y constructores del sector. El mercado está también muy enfocado a los millennials.

¿Y la capital?

La Paz, como capital, también concentra buena parte de la oferta y demanda de casas y departamentos, en cualquiera de las modalidades de compra, venta o alquiler.

A mediados de 2015, de hecho, según el Censo de Construcción, las principales ciudades bolivianas, La Paz, Santa Cruz y Coachabamba, concentraban 3 millones 551 metros cuadrados en construcción, de los que el 26% pertenecían a la capital. El crecimiento del 21,69% en el periodo de 2014 y 2015 hacía pensar en una burbuja inmobiliaria, con las consecuencias desastrosas que eso tendría para el país.

En 2013, un análisis del Banco Central de Bolivia descartó estadísticamente la presencia de una burbuja, que se da cuando la compra de la vivienda no es eminentemente para cubrir una necesidad, sino que tiene carácter especulativo. Se probó que la evolución a largo plazo del precio real de la vivienda había estado en equilibrio.

El año pasado, expertos coincidían en que el mercado inmobiliario no reunías las características de una burbuja, y sí de un boom. Sin embargo, se apela siempre a la cautela de bancos y gobiernos para promover el crédito. 

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