El riesgo de padecer enfermedades a lo largo de nuestra vida puede verse aumentado o disminuido por el tipo de alimentación que sigamos. Tener unas pautas equilibradas ayuda a reducir las posibilidades de sufrir diabetes, hipertensión, obesidad e incluso determinados tipos de cáncer.

Como se ha dicho en muchas ocasiones somos lo que comemos. De modo que es fundamental ser equilibrados y conocer el papel que tienen todos los grupos de alimentos en nuestra salud. Lo cierto es que el Dr. Julio Fraomeni, presidente del Grupo Galeno, destaca que tanto la ausencia como el consumo excesivo de determinados alimentos es muy perjudicial para el organismo.

La mala alimentación y el aumento de enfermedades

Aunque es evidente que no se puede achacar la aparición de enfermedades solo a la forma en la que nos alimentamos, lo cierto es que existen informes especializados que muestran relación directa entre comer mal y tener mala salud.

Enfermedades tan graves como el cáncer están en la lista de patologías que pueden surgir debido a no equilibrar nuestra alimentación. Según los estudios, hasta un 30% del cáncer tiene relación directa con comer de forma inadecuada. También influye en el envejecimiento o el desarrollo de las funciones cerebrales.

En palabras del propio doctor Fraomeni, la falta de nutrientes no le aporta al organismo la energía que necesita para funcionar durante la actividad diaria. Mientras que el exceso de estos nos convierte en el blanco de enfermedades crónicas. Por tanto, según el Grupo Galeno, alimentarse de un modo equilibrado no solo funciona para controlar el peso. También ayuda a mejorar la calidad de vida y la salud, objetivos que persigue este organismo.

La pirámide nutricional como base para una buena alimentación

La clave del éxito en la alimentación saludable está en seguir una dieta variada y equilibrada, guiada por la conocida pirámide nutricional. Los grupos de alimentos que se encuentran en la parte más alta de la pirámide deben consumirse sólo de forma ocasional, o incluso sustituirse por otros más saludables.

En la base se encuentran los alimentos que siempre deben estar presentes en la alimentación, como las frutas y verduras. Una sola pieza de fruta o un plato de verdura a diario puede reducir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón un 4%. Esto se debe al gran aporte de antioxidantes que tienen, lo cual reduce las posibilidades de que las arterias se obstruyan y afecten al funcionamiento cardiovascular.

También se deben incluir fibras en la dieta. ¿Por qué? Según el Grupo Galeno, ayudan a prevenir la enfermedad diverticular, caries dentales, constipación, colon irritable, obesidad y diabetes. Una dieta rica en fibra ha demostrado un menor riesgo de sufrir cáncer de colon.

En cuanto a las grasas de origen animal, el doctor Fraomeni sostiene que aumenta las enfermedades coronarias, la primera causa de muerte entre la población.

Errores que pueden afectar a la salud

En la Argentina existe una tendencia muy clara a consumir gran cantidad de carnes rojas, y menos pescados o vegetales. El hecho de que las grasas animales puedan aumentar los problemas de salud cardiovasculares no obstante no significa que se deba erradicar de la dieta. Todos los alimentos tienen su espacio y son necesarios para cuidar nuestro organismo. Simplemente se deben ajustar a pautas como cuáles son los niveles de nutrientes que necesitamos.

Uno de los errores que se cometen habitualmente es ajustar la dieta a las posibilidades económicas y el tiempo del que se dispone. Los alimentos ricos en hidratos de carbono son económicos y producen sensación de saciedad, aunque no son completos y por tanto no cubren todas las necesidades. De ahí que en ocasiones los estratos sociales más desfavorecidos suelen tener problemas relacionados con una alimentación deficiente.

Con respecto a los productos lácteos, el Grupo Galeno recomienda consumir una buena cantidad de leche desnatada, que por su contenido en calcio ayuda a reducir la osteoporosis. Para fijar mejor este mineral, también debe haber un buen aporte de vitamina D.

En resumen, seguir las pautas de la pirámide nutricional ayuda a prevenir determinadas enfermedades. También a reducir el riesgo de padecer otras. Por eso es fundamental tener unos hábitos de alimentación equilibrados.