Hace algunas semanas se lanzaron varios reportes sobre el comercio electrónico en la Argentina, y muchos vieron con sorpresa que a pesar de que prácticamente cualquier cosa pueda comprarse a través de Internet, es la indumentaria de bebé la que mayor crecimiento estaría registrando en los últimos meses.

Ya no se trata de la industria de los productos masivos y su dominio sólido surgido de la mano de los precios de descuento del más reciente catálogo de Carrefour, sino de un giro total hacia los productos para el cuidado de los más pequeños de la casa.

De acuerdo a dichos reportes, la ropa y calzado para bebé estaría registrando un crecimiento interanual superior al 120%, siendo el que más creció en el país durante el primer semestre del 2019. Si bien sabemos que es un mercado de alta demanda, la realidad es que pocos entienden por qué estaría superando a industrias como la de la tecnología o los alimentos. La respuesta parece ser la siguiente:

¿Qué motiva la demanda?

Expertos afirman que el crecimiento en la demanda de productos para bebés se ha dado gracias a los integrantes de la generación Millennial, que en su mayoría están adentrándose en la experiencia de ser padres. Debe recordarse que esta generación está compuesta por personas nacidas entre 1980 y 1995, aproximadamente.

Como ocurría en el pasado, cuando los Millennials eran los responsables del incremento en el consumo de productos de belleza a través de Internet (por ejemplo, la forma digital de los catálogos de Amodil), ahora veríamos algo similar con la indumentaria para bebé.

De acuerdo a las estadísticas, tan solo en EE.UU. habría más de 83 millones de Millennials, mientras que en el resto del mundo esta generación podría equivaler a cerca del 30% de la población. Así podemos comenzar a entender cómo es que la nueva “ola” de padres está cambiando la forma de consumir.

Ropa de bebé y comercio electrónico

Como muchos lo saben, el comercio electrónico no ha sido posicionado por otra generación que la de los Millennials, quienes son los que han aceptado por completo los beneficios (precios de descuento) y limitaciones (posibles brechas de seguridad) que propone este canal de ventas. Es por eso que, a medida que surge el número de padres, incrementa el consumo de productos de bebé a través de Internet.

La Argentina, a pesar de la situación de inestabilidad económica que ha venido atravesando desde hace varios años, no se queda atrás en estas estadísticas, y es por eso que la industria de la indumentaria infantil es una de las que mayor crecimiento muestra, incluso al comparársela con otras de una talante mucho más masiva.

Ya no solo veríamos entonces la “popularidad digital” de los precios de descuento de Carrefour, o de los catálogos de Amodil, sino también de los minoristas que ofrezcan indumentaria para bebé. No importa si se trata de marcas nacionales o internacionales, lo más relevante es que estas sean capaces de comprender las necesidades de su público, y de conocer exactamente dónde se encuentra la demanda.

Si bien es cierto que todavía hay muchos Millennials que no se han adentrado en la experiencia de ser padres, la realidad es que los que sí lo han hecho están cambiando la manera en la que se compran y venden ciertos productos en nuestro país, dándonos pistas sobre hacia dónde se dirigirá el comercio en los próximos años.