Desde hace prácticamente una década, en parte debido a la crisis económica que afectó a miles de personas en nuestro país, el oficio de carpintero parece haber recobrado fuerza, sobre todo, en las provincias, donde, gracias a proveedores de máquinas herramientas para corte y acabado de madera, como Sthil, que distribuye a todo el país variedad de instrumentos importados de alta potencia para elaborar y dar forma precisa a piezas en este material, se incrementó la tarea y los locales, con menos esfuerzo desde el punto de vista físico y más celeridad y perfeccionamiento en las entregas. 

Una industria que se puede asegurar se vió fortalecida, y que, con mucho esfuerzo, incorporó de a poco estas piezas beneficiosas y capaces de terminar procesos completos mecánicamente y en el mínimo tiempo, algo que antes tardaba semanas completas y resultaba más difícil de definir con precisión. 

Incluso para quienes no pueden hacerse de ellas en el presente, porque, dependiendo de la empresa en cuestión y la región donde se encuentre, es posible adquirirlas en comodato o mediante alquiler mensual o anual, sobre todo, porque para algunas pymes o emprendedores particulares, todavía puede resultar difícil contar con todo el capital necesario para hacerse con el elemento y sus accesorios, y así se posibilita el acceso a buenos equipos a mejor precio, sin entrar en demasiado gasto de entrada, a la vez que se incrementan las ventajas competitivas, de labor, y claramente, de aprovechamiento del material. 

Una demanda que los clientes elevan, reconocen, y que en línea con el crecimiento tecnológico en auge en nuestro país, ahora es posible subir la rentabilidad de quienes ejercen este oficio tan tradicional, entrando de lleno en los grandes beneficios de reducir el esfuerzo físico poniendo todo el eje en el moldeado y perfeccionamiento de los trabajos.