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Esta situación es todavía más creciente en países europeos y potencias del mundo occidental. Por ello, eventos como la Cumbre de Acción Climática resultan importantes para conocer el alcance de este y otros problemas que afectan a todo el planeta. 

De acuerdo con información de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en el mundo existen 821 millones de personas mal alimentadas. Además, se estima que 1/3 de los alimentos producidos en todo el mundo se echan a perder. Ello significa un total de 1.300 millones de toneladas al año, suficientes para alimentar a casi 2 billones de personas. 

Según datos de la ONU, los problemas se presentan en diferentes etapas de la cadena. Mientras que en aquellos con altos ingresos, como Canadá y EE.UU., el desperdicio se presenta, principalmente, en el comercio minorista y en el consumidor final, en las regiones menos desarrolladas se sitúa en la primera parte de la cadena de valor.

Desde el BID precisan que en América Latina las pérdidas alimentarias ocurren en la producción, procesamiento, almacenamiento y transporte de alimentos. Frente a esta situación, se hace necesario el concienciamiento a la población para subsanar los problemas que se presentan en las diversas etapas del proceso.

Los especialistas exhortan, por ejemplo, a planificar el menú semanal. De esta forma se comprará lo justo y necesario, y no se perderá nada. Hacer una lista de compras nos permitirá también ahorrar en gastos innecesarios. Almacenar correctamente los alimentos también implica colocarlos en lugares adecuados sin que se maduren o malogren antes de lo previsto.

Conocer la diferencia entre consumo preferente y fecha de vencimiento nos ayudará a evitar tirar la comida a la basura, así como protegernos de consumir alimentos en mal estado. Congelar adecuadamente los alimentos también resulta fundamental. Especialistas advierten que mucha gente evita congelar alimentos porque argumentan que “pierden sus propiedades”. 

Sin embargo, los alimentos congelados mantienen sus beneficios. Diversos estudios han demostrado que los nutrientes esenciales permanecen intactos. El refrigerador mantiene los alimentos entre los 2 y 6º C, temperatura ideal para una adecuada conservación de frutas, verduras, lácteos y líquidos.

Por todo ello, es necesario un adecuado cuidado de los alimentos por parte del consumidor final, con el propósito de cuidar el medio ambiente y reducir, de forma significativa, en la cantidad de comida que termina en la basura.