Las tasas de los plazos fijos son los indicadores que hay que observar a la hora de calcular cuánto se espera que rinda una inversión de este tipo. Se trata de un porcentaje que varía coyunturalmente, y se calcula de manera anual, por más que el plazo elegido sea más corto.

Además de las diferencias que presentan las tasas de los plazos fijos según el momento, también es importante saber que no son iguales en todas las instituciones financieras. Por eso es necesario investigar qué tasas ofrece cada banco para poder tomar la decisión más rentable posible. 

Esa información puede encontrarse en las páginas web de los bancos en donde, además, se encuentran detalladas las condiciones, plazos, montos mínimos, y todo lo que es importante conocer a la hora de hacer un plazo fijo.

Para quienes no se encuentren muy familiarizados con las cuestiones financieras, es bueno saber que, en la actualidad, los bancos ofrecen simuladores que calculan la ganancia a obtener luego de un plazo determinado, según el monto ingresado y las tasas del plazo fijo al momento de la prueba.

¿Por qué elegir un plazo fijo?

Los plazos fijos son uno de los tipos de inversiones más elegidos por los argentinos en la actualidad. El motivo de ello se encuentra relacionado al hecho de que son operaciones fáciles y seguras de realizar, que permiten obtener ganancias sin la necesidad de contar con demasiado capital inicial.

Una de las principales características de los plazos fijos por sobre otros tipos de inversiones es el hecho de que no se requieren grandes conocimientos del mundo de las finanzas a la hora de hacer uno. En este sentido, los simuladores de plazos fijos son ideales para evitar hacer cálculos matemáticos.

Además, la facilidad de este tipo de inversiones se encuentra relacionada con la posibilidad de realizarlas por medio de la página web o el home banking de las instituciones bancarias. De este modo, con un par de clics, es posible convertirse en un inversor, sin la necesidad de salir del hogar.  

La seguridad de los plazos fijos radica en que, desde el momento inicial en el que se hace la inversión, se conoce de manera exacta el monto que se obtendrá al finalizar el plazo elegido. Por eso, para quienes busquen inversiones sin riesgo, los plazos fijos son alternativas que no pueden dejar de tenerse en cuenta.

Otra de las grandes ventajas de los plazos fijos por sobre otras inversiones, es que se trata de una operación que no requiere que se cuente con grandes montos iniciales. Actualmente, la mínima cantidad de dinero que se necesita para constituir un plazo fijo es de mil pesos argentinos.

Algo importante a tener en cuenta es que el dinero que se invierte en el plazo fijo, quedará inmovilizado por el plazo elegido en el momento inicial. Esto quiere decir que ese capital no podrá ser retirado del banco por ese período de tiempo.

Actualmente, los bancos disponen que el plazo mínimo para hacer un plazo fijo es de 30 días. De todos modos, este período de tiempo puede variar según la institución de la que se trate. Esto implica que quien realice la inversión deberá poder prescindir del dinero por, al menos, un mes.

Por eso es importante estar completamente seguro, al momento de decidirse por este tipo de inversión, de que no se requerirá el dinero por el plazo elegido. En este sentido, elegir plazos cortos, y renovarlos posteriormente, puede ser una buena opción para no tener problemas de liquidez.