La pandemia ha dejado severas secuelas en las diferentes industrias y mercados. Uno de los sectores más afectados ha sido el de la cultura. Y dentro de este contexto, se observa al cine como un rubro profundamente perjudicado por las múltiples medidas sanitarias ante el riesgo de los contagios.

Varias personalidades del cine argentino, así como instituciones, se han pronunciado sobre la situación que atraviesa este mercado en el país.

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Ya en julio pasado, Vanessa Ragone, productora de cine y presidenta de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica (CAIC), había expuesto sobre la crisis: "Esto es gravísimo. Todavía no podemos terminar de vislumbrar lo grave que es, pues todos estamos completamente parados".

Ante esta problemática, algunas organizaciones políticas opinaron que se debía dar beneficios económicos solamente a las grandes productoras, ya que estas representan un mayor ingreso para el mercado.

Sin embargo, el crítico de cine y columnista Roger Koza ha señalado que esto terminaría de ‘hundir’ a la diversidad de dicha disciplina artística. “Si venciera esta propuesta industrial ‘dura’, la asombrosa existencia de multiplicidades estéticas del reciente cine argentino se vería apaciguada”.

En efecto, en los últimos años se ha presenciado una gran variedad de proyectos cinematográficos argentinos, entre filmes ‘canónicos’ y alternativos como “Cuerpo de letra” (2015), “La siesta del tigre” (2016), “Zama” (2017), “Lluvia de jaulas” (2018), “Adiós a la memoria” (2020) y “El perro que no calla” (2021), informan desde el website especializado LateNightStreaming.

Crisis en el cine argentino, un fenómeno prepandemia

No obstante, cabe considerar que las dificultades en el cine argentino no empezaron con el comienzo de la pandemia. A partir de la recesión económica de 2018, este sector atraviesa un momento complejo que no tiene cuándo equilibrarse. Debe resaltarse que en 2019 se experimentó una significativa pérdida de cuota de pantalla entre los espectadores del cine nacional.

Por ello, desde el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) han manifestado que “la emergencia económica que vivencia la industria audiovisual es previa a la crisis sanitaria”.

En los últimos meses, el Gobierno argentino ha procedido a activar los programas de ayuda para los diversos trabajadores culturales del país. La idea es que los daños que experimenta el ámbito cultural (además del cine, se hallan el teatro, los recitales, las danzas, etc.) no proliferen y que empiecen a revertirse en beneficio de los artistas.

Evidentemente, Argentina no ha sido el único país que ha sufrido las inclemencias de la pandemia en su industria cinematográfica. México, por ejemplo, registró solo 111 películas creadas en 2020, siendo una cifra lamentable en contraste con los 216 filmes que se produjeron en 2019, detalló el Instituto Mexicano de Cinematografía.

España, por su parte, perdió en 2020 un 72 % en taquilla y en producción nacional tuvo una gran caída de 52 millones de euros en ganancias, expone la consultora ComScore.