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Además de los cambios en la forma de comercialización de los bienes y servicios y de las modificaciones de la manera de consumir de los clientes, la digitalización también trae novedades en torno a lo que refiere a las presentaciones fiscales e impositivas.
En este marco, valiéndose de los avances tecnológicos y en la masificación de las conexiones a internet, la Administración Federal de Ingresos Públicos, más conocida por su sigla AFIP, determinó que desde el año 2021 todos los establecimientos comerciales debían tener un nuevo tipo de controlador fiscal, pasando de la vieja a la nueva tecnología.
¿Qué implica este cambio y por qué se convirtió en una exigencia? Te lo contamos en esta nota.
Controladores fiscales: qué son y para qué se usan
Se trata de aparatos reconocidos por AFIP a través de los cuales los comerciantes registran cada una de las transacciones de venta que realizan día a día, emitiendo tiques con validez para el fisco. Estos dispositivos tienen una doble finalidad: que el cliente obtenga su comprobante de compra y que el órgano fiscalizador tenga visibilidad sobre las operaciones que realiza cada comercio.
Usados por diferentes contribuyentes como responsables inscriptos, IVA exentos y monotributistas, el funcionamiento de las impresoras fiscales se vio modificado por la disposición 4191-E/18 de la AFIP, que establece que estas personas jurídicas deben dejar de usar controladores de vieja tecnología para pasarse a la nueva.
Controladores fiscales de nueva tecnología: el porqué del cambio
De acuerdo a la reglamentación anterior, el órgano competente exigía que los comerciantes contaran con una impresora fiscal a través de la cual emitían e imprimían diariamente el diario Z, teniendo que guardar la cinta testigo por al menos 10 años.
Además de resultar engorroso y de implicar un enorme gasto de recursos de tinta este método hacía que los comerciantes tuvieran que tener espacio para su almacenamiento.
En consecuencia, la AFIP estableció que a partir del 2021 todos los comercios deben tener equipos de nueva tecnología que cuenten con los estándares adecuados u optar por facturar de manera electrónica.
Ahora bien, ¿cuáles son las ventanas de utilizar este tipo de controladores fiscales? En primer lugar, representan un gasto menor ya que, además de ser más económicos que sus antecesores, no requieren el uso de tinta, ya que hacen las impresiones con tecnología de rollo térmico.
En segundo lugar, alcanzan una velocidad considerable, reduciendo los tiempos de impresión. De esta forma, los comerciantes pueden aumentar la cantidad de pedidos procesados y, a largo plazo, incrementar su rentabilidad.
Asimismo, son extremadamente silenciosos, evitando ruidos molestos en los comercios. Por último, generan duplicados digitales, de modo que la cinta testigo ya no ocupa espacio dentro de las tiendas, liberando a los comerciantes de la necesidad de hacer lugar o alquilar depósitos especialmente para el almacenamiento.