Para los dueños de los rodados, la decisión de cuál cobertura contratar a menudo está plagada de interrogantes, principalmente porque desconocen los detalles de cada una de las opciones que ofrece el mercado asegurador argentino. 

Si bien siempre es recomendable entrar en contacto con un bróker de seguros como ClickSeguros, que además de contar con una amplia oferta de opciones de compañías para que el usuario decida cuál le conviene más, también posee el expertise y la experiencia necesaria para brindar un asesoramiento inmejorable.

¿Qué tipos de seguros automotores existen en Argentina?

El mercado asegurador local ofrece 3 tipos principales de pólizas:

Responsabilidad Civil. Esta cobertura, que es obligatoria de acuerdo a la Ley de Tránsito vigente en nuestro país, cubre todos aquellos daños que el asegurado pueda causarles a terceros como consecuencia de un siniestro o accidente. Vale aclarar que esta cobertura considera a los terceros como cualquier individuo que no pertenezca al primer grado de consanguinidad (padres, cónyuge, hijos, suegros, nueras y yernos) ni al segundo (nietos, cuñados, hermanos, abuelos) o al tercero (sobrinos, bisabuelos y bisnietos). de modo que la familia directa no está contemplada. La Responsabilidad Civil no responde por los daños que sufra el vehículo del asegurado.

Seguro contra terceros completo. Esta póliza cubre la responsabilidad civil y los daños al vehículo del tomador del seguro en los casos en los que se registra incendio total o parcial, robo total o parcial y destrucción total por accidente.

Seguro contra todo riesgo. Tal como su nombre lo indica, el seguro contra todo riesgo cubre todos los aspectos ya contemplados por las otras variantes, así como los daños parciales que surjan como consecuencia de cualquier tipo de accidente o siniestro. 

Seguro para autos: ¿cuál es el mejor?

No hay dudas de que la mejor opción a la hora de asegurar un vehículo es el seguro contra todo riesgo porque, como ya explicamos, cubren robo total o parcial, incendio total o parcial, destrucción total por accidente, robo de ruedas, daños por granizo, rotura de cerraduras, rotura de cristales y daños parciales del propio vehículo.

Las pólizas contra todo riesgo trabajan con franquicias, un concepto que consiste en la  antidad de dinero que el asegurado debe pagar para reparar su rodado si sufre un siniestro. En este sistema, el monto restante de las reparaciones corre por cuenta de la aseguradora.

Por ejemplo, si la franquicia es de 10000 pesos y los arreglos ascienden a 50000 pesos, el asegurado solo pagará su parte (10000 pesos) y la compañía de seguros deberá hacerse cargo de los 40000 restantes para completar la refacción. 

De esta manera, estas pólizas brindan previsibilidad financiera a los asegurados, quienes saben a la perfección qué cantidad de dinero deberán desembolsar en caso de siniestro, a la vez que cuentan con la tranquilidad de que su patrimonio está totalmente protegido.