El largo feriado del 17 al 20 de junio y el frío convencieron a Marcelo Tinelli de hacer una escapada familiar a Esquel, donde el conductor posee un campo. 

Hasta allí se trasladaron en vuelo privado. Fueron casi cuatro días de reclusión en su casa de seis plantas (850 metros cuadrados) en Campo Trafipán, a 16 kilómetros del centro de la ciudad.

Prácticamente, la familia no salió del caserón. Allí, Marcelo, Guillermina, Lolo, Juana, dos hijos de Guillermina, dos amigos de los niños y la niñera que siempre asiste a Valdés, se dedicaron a compartir momentos familiares, además de celebrar el Día del Padre. 

El lunes 20 emprendieron el regreso.