En la mano derecha, el anillo con la cruz plateada. Más arriba, asomándonse por debajo de la manga, unas coloridas pulseritas de goma, de esas que son furor entre las chicas y adolescentes de diferentes partes del mundo. ¿El portador? El papa Francisco, que optó por ponerle unos toques fluorescentes a su inmaculada vestimenta blanca.

A Francisco se lo vio (y fotografió) con las pulseritas -una amarilla y otra multicolor- durante una audiencia en la sala de prensa Paulo VI, en el Vaticano. Según informó la agencia AP, los accesorios fueron regalo de chicos de zonas pobres de Roma y Nápoles.

El éxito de las loom bands (telares plásticos, en inglés) no reconoce fronteras. Las principales “artesanas” son las chicas, pero el fenómeno también alcanza a varones de los cinco continentes. Las pulseritas están hechas con banditas de colores tejidas a mano con aguja o telar. En Internet hay videos tutoriales que explican cómo hacerlas y sitios de Facebook sobre el tema.

Para dimensionar la aceptación de las pulseritas entre las nenas y preadolescentes basta un dato: en Amazon ocupa el cuarto puesto entre los juguetes más vendidos, por sobre la Barbie y la consola Wii.

En el país, se consiguen bolsas de 600 gomitas desde 60 pesos; hasta set completos, que incluyen telar, ganchitos, agujas y 2.000 gomitas por alrededor de 400 pesos.