La isla de la Reunión, sobre el Índico, está a unos 6.000 kilómetros de las costas de Australia, cerca de las cuales hasta ahora se buscaban los restos del avión de Malaysia desaparecido misteriosamente.

El punto de referencia era la ciudad australiana de Perth. A unos 2000 km al oeste de allí se puso en marcha un gigantesco operativo que arrojó resultado cero. A lo largo, a lo ancho y en lo profundo se buscó sin dar con nada. Se llegó a decir incluso que no era el lugar correcto para buscar.

Ayer, apareció una porción de un ala, un flap, en La Reunión, un lugar mucho más cercano de donde un grupo de isleños jura haber visto pasar razando al avión de Malaysia poco después de desaparecer de los radares.

En su momento, Clarín publicó los testimonios de los habitantes de la pequeña comunidad Kudahuvadhoo, en el atolón de Dhaalu, en Maldivas (en el Índico, y a unos 3 mil km al norte de La Reunión). Aseguraban que muchos en la isla vieron al avión de Malaysia. Todos fueron interrogados por la policía y atestiguaron en declaraciones juradas lo que vieron.

“Estoy muy seguro de lo que vi en un día muy claro y brillante, y lo que vi no era normal: el avión era muy grande y (volaba) bajo. No supe hasta después que otra gente también lo había visto. No sé si es el avión de Malaysia”, contó entonces Ahmed Shiyaam, de 34 años.

Abdu Rasheed Ibrahim relató que vio al avión volando sobre el agua hacia él, y que entonces no sabía que era el avión desaparecido de Malaysia Airlines.

“No sabía que había desaparecido un avión. Volví a casa y le conté a mi mujer. Le conté a mi familia: ‘Vi este avión raro’. Es el avión más grande que haya visto sobre la isla... vi fotos del avión desaparecido: y creo que lo vi... Realmente creo que la gente que lo está buscando debería venir aquí”, dice Ibrahim.

La Defensa Nacional de Maldivas negó el año pasado que hayan habido aviones en el área, algo que para los isleños significa un esfuerzo del gobierno por tapar la ineficiencia de sus radares.

Medio locales indican que algunos testigos dijeron que el avión volaba desde el norte hacia el sudeste, en dirección a La Reunión, y que lo hacía tan bajo que se le podían ver las puertas.

Es cierto que el avión pudo haber caído en cualquier parte y que las corrientes marinas pudieron haber arrastrado sus restos hacia lugares que no tienen nada que ver con el lugar donde cayeron. Por eso ahora los investigadores analizan hasta el tipo de moluscos que se pegaron en el trozo de ala hallado para determinar cuánto tiempo estuvo en el agua y en qué lugar.

Fuente Clarín